Me decido a escribir después de estar durante meses mirando casos de chicas con mis mismos síntomas buscando soluciones a un problema que me ha amargado la existencia durante estos últimos meses. Como la mayoría de las chicas exponían su problema pero no el modo en que se había solucionado, yo quiero contar mi caso, a ver si puedo ayudar a alguien.
Como a muchas de vosotras todo empezó con un brote de cándida que no pude tratar cuando se dio por estar de viaje de trabajo. Dos semanas más tarde llegué a casa y fui al ginecólogo. Vio muy claro que eran hongos sin hacerme cultivo, y me recetó unos óvulos. 6 días más tarde, después del tratamiento, mi vulva seguía igual, enrojecida y con un escozor horrible. Volví al ginecólogo, me hizo un cultivo y me recetó una pomada para los hongos. La pomada no sólo no me curó sino que me hizo aún más daño, así que dejé de ponérmela y volví al ginecólgo. En el cultivo ya no salían hongos, y me recetaron Rosalgin y aceite de Pompeya. El Rosalgin no me hizo nada, ni bien ni mal, y con el aceite de Pompeya veía las estrellas. Volví a ir, me dieron una crema con corticoides, positon, o algo así, que tampoco me pude aplicar por el escozor. Un nuevo cultivo y el resultado perfecto, ni hongos ni infección. Cada vez más desesperada y llorando por las esquinas sin poder hacer una vida normal, seguí buscando soluciones. Una nueva ginecóloga me hizo otro exudado y me dijo que estaba segura de que tenía hongos aunque no salieran en ningún cultivo. Tratamiento de choque anti hongos, esta vez con antibióticos y otros óvulos, ketoisdin. Se terminó el tratamiento y yo seguía rabiando. Volvía a estar de viaje y no podía estar por mi trabajo, cada dos por tres tenía que irme al hotel a descansar, porque curiosamente ni durmiendo ni estando tumbada me dolía. Tenía los labios internos rojos como un tomate, color granate, una zona muy delimitada. Mi desesperación iba en aumento, investigando por internet yo misma me diagnostiqué vulvodinia, un dolor crónico de vulvapero, ¿iba a tener este escozor toda mi vida? Porque quería morirme si así era. Veía a chicas por la calle con pantalones apretados, algunas marcando pezuña de camello y las envidiaba profundamente porque estaban sanas. Fue mi cumpleaños y no lo pude disfrutar, llorando todo el tiempo con ese dolor taladrándome por dentro y minándome la moral. Me planteé el virus del papiloma. Había leído que se puede tener durante años latente, y que en un momento de estrés se podía desarrollar. Mis citologías siempre habían salido bien, pero a una chica que le escocía le habían terminado por diagnosticar el papiloma y le habían amputado los labios, imaginaros mi angustia cuando lo leí, y mi gran desesperación, estaba segura de que mi vida tal y como la había conocido hasta el momento se había terminado. En otro foro una chica recomendaba Aloe Vera. Ya lo había leído antes, pero no le había hecho ningún caso pensando que sería una gilipollez. Tb había probado el yogurth, que me calmaba por estar fresco, pero nada más. Como no tenía nada que perder compré el Aloe Vera. Me lo apliqué con prudencia, en un ladito de la vulva, esperando una hiper reacción como ante todo lo que me había puesto. Pues bien, no me escoció. Sorprendida me lo apliqué bien por toda la vulva. Sensación como de comerte un caramelo de menta, de frescor, y después nada. Dormí como siempre muy bien, y por la mañana me desperté con una sensación diferente, como de haber dado un pequeño paso adelante. Durante el día me siguió doliendo, y yo seguí aplicando. Y el color de la vulva poco a poco fue mejorando. Volví del viaje y me dije que necesitaba descanso absoluto, que no iba a hacer nada hasta curarme del todo. Así que me metí en la cama y estuve descansando y a base de aloe vera, hasta que ayer fui otra vez al médico, a la doctora Montserrat Cararach Tur, que por internet encontré que era la mejor, y que la verdad, me ha ayudado mucho. Me dijo que me veía la vulva muy bien, que ya no estaba enrojecida, y de hecho ya no me dolía, solo en algún momento puntual de frustración, como cuando vi que en los resultados del último exudado todo volvía a salir bien y volvía a pensar que no tenía diagnóstico. La doctora en cambio me tranquilizó. Me dijo que después de los hongos me había quedado la zona sensibilizada, que tenía mucho estrés y que lo acusaba mi vulva. Me tranquilizó: ni vulvodinia ni el papiloma, una simple irritación, que con calma se curaría. De hecho ya me siento infinitamente mejor, con la vulva rosadita y sana, recuperada del todo. Así que chicas, os animo a que probéis el Aloe Vera, porque a mí me ha sorprendido de una manera increíble. Que sea en gel y puro, y que no tenga perfume. El mío era puro al 99,7%, que es el máximo de pureza que se puede obtener. Y si el Aloe tampoco os funciona, no os desesperéis. No miréis demasiado internet, sé que es fácil de decir y no de hacer, yo me he pasado tres meses obsesionada, sin parar de mirar qué podía ser, pero eso no me ha ayudado en nada. Quería exponeros un caso resuelto para aquellas que lo estáis pasando mal pensando qué podéis tener, porque como decía al principio siempre me encontraba con casos de gente que exponía su problema, pero que nunca contaba cómo se había solucionado.
En mi caso estoy segura de que es lo que dijo la doctora, tuve una sensibilización de la vulva por el tratamiento de hongos, y a partir de ahí un empeoramiento por el estrés y la angustia. Pensad que es una zona muy sensible, húmeda y cuya curación es lenta. Así que probad el Aloe Vera, que tiene unas propiedades milagrosas, y si no os funciona, calma, chicas, ya veréis que también vosotras encontraréis vuestra solución. Y no penséis tonterías porque ya veréis que no es nada. Descansad y poco a poco iréis mejorando. Os lo dice alguien que ha sufrido por esto más que por nada en toda mi vida.
Un beso a todas, y mucho ánimo.
