Lo he intentado todo: contar de 100 a 0 (incluso de 200 a 0), desviar mi atención en otra cosa que me haga sentir bien (pasear, hacer ejercicio, darme un baño, maquillarme, bailar), intentar autoconvencerme de que no lo necesito, que realmente no tengo hambre, que engordaría... pero nada me da resultado!! Siempre, en cuanto termino la distracción que me haya propuesto (eso siempre lo cumplo), es cuestión de segundos que vaya corriendo a la cocina.
Mis padres no saben nada de esto, no saben que para mí la comida es una droga y que, de verdad, cuando empiezo a comer pierdo el control. Arraso con todo lo que encuentro a mi paso y, hasta que no veo el fin, no paro. Ellos al contrario, lo ven como algo gracioso... pues cuando entran a mi cuarto y ven el escritorio lleno de bolsas de patatas fritas, envases de bollos, envoltorios de chocolatinas, etc. todo vacío, bromean con que "ha pasado la marabunta" (esa plaga de hormigas que devoran todo) o con que "dónde meto tanta comida, soy un saco sin fondo" (no se dan cuenta que no es normal?? Que no es normal que no engorde apenas, aún comiendo todo eso?? Claro, porque luego lo vomito...).
Por más que les pido que no traigan nada más que comida en condiciones (lo normal: pasta, carne, fruta y demás), nada de chuches, dulces, snaks... y que si lo traen, lo escondan, "porque sino luego no como la comida de verdad"... ellos no hacen caso.
Algún consejo??