Información de internet
HERPES GENITAL
Infección de transmisión sexual causada por virus, que se caracteriza por episodios repetidos que se desarrollan con una erupción de pequeñas ampollas, generalmente dolorosas, sobre los genitales.
Antes de la aparición de las ampollas, el individuo infectado experimenta un aumento de sensibilidad, quemazón o dolor en la piel, en el lugar en el cual aparecerán las ampollas. La piel se enrojece y se llena de múltiples vesículas pequeñas, enrojecidas y llenas de un líquido de color claro amarillento. Las ampollas se rompen dejando llagas dolorosas que, eventualmente, forman una costra y sanan en un periodo de 7 a 14 días. El brote puede estar acompañado de malestar y engrosamiento de los nódulos de la zona inguinal. En las mujeres puede aparecer una descarga vaginal y dolor al orinar (disuria). Los hombres pueden tener disuria si la lesión está cerca de la apertura de la uretra (meato).
Una vez que una persona se infecta, el virus se establece en el interior de las células nerviosas fuera del alcance de los anticuerpos. El cuerpo intenta combatirlo pero esta lucha no tiene final. El virus puede, de este modo, permanecer latente (periodo de "latencia") durante un tiempo, pero repentinamente la infección se reactiva y el individuo tiene otro ataque de dolor y ampollas. Los ataques recurrentes pueden ser raros, ocurriendo sólo una vez al año, o tan frecuentes que los síntomas parecen continuos. Estos ataques recurrentes pueden ser precipitados por muchas causas como la irritación por fricción, la menstruación, la fatiga, las quemaduras del sol y otras. Las infecciones recurrentes en hombres son generalmente más leves y de duración más corta que en mujeres.
La investigación sugiere que el virus puede transmitirse a la pareja incluso cuando la enfermedad parece ausente, de modo que una pareja sexual sin lesiones aparentes puede transmitir la enfermedad, para evitarlo hay que usar preservativo ya que el virus permanece en el cuerpo de por vida.
El virus del herpes es de especial importancia en las mujeres por varias razones. Está implicado en el cáncer de cuello uterino, especialmente cuando está presente en combinación con el virus del papiloma humano (HPV), el virus responsable de las verrugas genitales (condiloma).
Para las mujeres embarazadas, la presencia de HSV-1, o de HSV-2 sobre los genitales o en el canal de nacimiento, es una amenaza para el bebé. La infección en el bebé puede conducir a una meningitis herpética, a una infección crónica en la piel o, incluso, a la muerte.
SÍNTOMAS: Inicialmente, sensación de calor, picor y color rosado. Ampollas dolorosas llenas de fluido en el área genital o rectal.
Pequeñas ampollas que se funden para formar una ampolla larga. Costras amarillas que se forman en las ampollas al principio de la fase de curación. Fiebre suave. Bultos en la ingle. Micciones difíciles y dolorosas. Aumento en la frecuencia y urgencia de las micciones. Relación sexual dolorosa. Incontinencia urinaria. Llagas genitales.
TRATAMIENTO El tratamiento del herpes genital no cura la enfermedad, mejora el dolor, el malestar, la erupción y acorta la duración del brote.
El aciclovir oral no cura la infección, pero reduce la duración y severidad de los síntomas en la infección primaria y también reduce la extensión de ataques secundarios. También reduce el riesgo de contagio.
Puede usarse en el primer episodio y repetidamente. Para un máximo beneficio durante los brotes, la terapia debe comenzar tan pronto como aparecen los pequeños síntomas (anteriores a la úlcera) o en cuanto se notan las ampollas.
El aciclovir de uso tópico es también efectivo, pero debe ser aplicado más de 5 veces al día. Durante las primeras 24 horas es conveniente aplicar la pomada cada hora, lo que reducirá mucho el tiempo de curación.
Los baños calientes pueden aliviar el dolor asociado a las lesiones genitales. También se recomienda una limpieza muy suave con agua y jabón.
La resistencia al aciclovir en el herpes se nota enseguida. Si los síntomas no mejoran rápidamente con aciclovir, acuda a su médico para una nueva evaluación.
EXPECTIVAS Una vez infectado, el virus permanece en su cuerpo para el resto de su vida. Algunas personas nunca vuelven a tener otro episodio en su vida y otras tienen frecuentes brotes durante el año. Las infecciones tienden a aparecer después de la relación sexual, exposición solar, y después de situaciones de stress. En individuos con un sistema inmune normal, el herpes genital permanece como dormido, pero la amenaza esta ahí siempre.
¿Cómo proteger al bebé de una infección si la madre tiene herpes?
Si una mujer embarazada tiene síntomas que indican una infección activa (primaria o recurrente) en el momento del parto, es posible proteger al bebé mediante una cesárea. La mayoría de las mujeres con herpes recurrente puede dar a luz por vía vaginal sin correr riesgos si no hay síntomas de infección en el momento del parto.
Sin embargo, algunos estudios demuestran que entre el 75 y el 95 por ciento de las madres de bebés con infecciones de herpes no presentaban signos ni síntomas de la enfermedad en el momento del parto. Los médicos aún no han desarrollado un buen método para proteger al bebé cuando sus madres tienen una infección asintomática (silenciosa) en el momento del parto.
Hasta hace poco tiempo, en un intento por detectar las infecciones asintomáticas, algunos médicos recomendaban que las mujeres con antecedentes de herpes se sometieran a pruebas de cultivo viral una vez por semana, comenzando alrededor de la semana 34 del embarazo.
Lamentablemente, estas pruebas no pueden utilizarse durante el trabajo del parto y del alumbramiento porque los resultados tardan de uno a tres días.