Prolactina y depresion
La depresión hipodopaminérgica, cuya anomalía neuroquímica definidora consiste en una actividad insuficiente del sistema dopaminérgico. Este subgrupo neuroquímico se halla condicionado sobre todo por las causas inmersas en la patología médica, a cuya cabeza se encuentra la enfermedad de Parkinson, como el modelo más demostrativo de hipodopaminergia. El déficit de la transmisión dopaminérgica toma en el Parkinson una extensión doble: afecta a la vez a las vías nigroestriadas, responsables de la sintomatología neurológica, ya la vía mesolímbica, en cuyo lugar se genera la depresión. Se expresa con preferencia por una sintomatología anérgica, de intensidad muy variable, entre el grado ligero y el bloqueo psicomotor. Sus indicadores biológicos más válidos son la hiperprolactinemia y la tasa baja de ácido homovanílico (HVA), el principal catabolito de la dopamina, en el liquor cefalorraquídeo. Es conveniente recordar aquí que existe una correlación positiva entre el nivel humoral de HVA y la actividad psicomotora. La depresión hipodopaminérgica suele mejorar con la administración de un agonista dopaminérgico, tal como la bromocriptina, y sobre todo con los antidepresivos que poseen una cierta acción estimuladora sobre el sistema dopaminérgico, como el bupropion, la nomifensina y el amineptino.