Bueno, como muchas de vosotras habeis contado el diario de vuestra cirugía, y a mi por lo menos me entretiene mucho el leerlas, y da una idea a las que no están operadas de como se desarolla todo este proceso, aquí va la mía.
Para comenzar, decir que ya llevo muchos meses en el foro investigando: cirujanos, tipo de prótesis, pros y contra de la operación, clínicas, tipos de anestesias, marcas de prótesis, vias para colocar las prótesis, tiempo de caducidad de las mismas, postoperatorio, precios, etc, etc. En fin, todas las dudas que surgen antes de una operación de este tipo.
Después de haber visto muchos álbumes y decidir el cirujano, se me presentaba el problema de la fecha; yo sólo me podía operar en los tres últimos días de julio o la primera semana de agosto, para poder disponer de tiempo suficidente de recuperación dentro de mis vacaciones. A parte, decir que tengo dos niños: la más "peque" tiene dos años, y sólo tengo la ayuda de mi marido.
Cuando todo lo anterior lo tenía claro, me decidí por lo siguiente:
Cirujano: J. M. Collado Delfa
(Pasa consulta en clínica Beltran y Obradors)
Operación realizada en Clínica Cima
Prótesis: anatómicas
Marca: Perthese
Via: surco mamario
Cantidad: 310cc
Precio: 5.585 + Mamografía (125)
Bueno, la semana anterior a la intevención me llamaron para confirmarme que sería el día 30 de julio; que los resultados preoperatorios estaban todos bien, y que llevara la mamografía (prueba que aun no tenía).
Pensé que podría hacermela por la seguridad social, pero no coló. De prisa y corriendo, gracias a mi marido (pues yo estaba trabajando), llamó, y en el único sitio donde a parte de hacerme la mamografía, me daban los resultados en el mismo día era precísamente en el hospital, aunque pagando, ya que no iba deribada por mi especialista, pero no sería hasta el día 29 (un día antes de la intervención). La anécdota fue que el momento que me hacían la mamografía, en el hospital se fue la luz, y tuve que volver al día siguiente (¡¡El mismo día de la operación!!). Tuve que llamar por teléfono a la clínica para preguntarle a la secretaria si se la podía entregar entonces. Por suerte lo pudimos arreglar, y finalmente ingresé en la clínica a las dos de la tarde. Ese día me levanté a las 7,00. Desayuné y fui de nuevo al hospital (¡a toda pastilla!). Por suerte me atendieron en seguida (a las 8,15). Me repitieron la mamografía que el día anterior se dañó. Luego volví a casa, preparé lo que me hacía falta para llevar a la clínica, cociné, y me duché. No comí, porque debía estar en ayunas desde al menos 8 horas antes de la operación. Cogimos camino a Barcelona, y llegué puntual a las dos de la tarde. Allí entregué el informe y esperé a que me llamarán. Me asiganaron la habitación y rápidamente entró una enfermera a tomarme la tensión y la temperatura. Me dieron una bata y una braguita desechables. Luego llegó el cirujano, al quien acompañaba otra cirujana que iba a estar en la intervención.
Pensé que iba a estar más nerviosa.
De la Clínica Cima debo decir que es moderna y minimalista. El personal, y especialmente las enfermeras son muy amables.
El doctor, en presencia de la doctora, me fue marcando con un rotulador toda la zona del pecho, mientras le explicaba a ella cada detalle. Me dijo que si todavía seguía pensando en ponerme la talla 120. Me quedé un poco parada, y luego me reí cuando me di cuenta que estaba bromeando. Después me dijo que si seguía queriendo las prótesis de 310 cc., y respondí que sí.
Me quedé a solas en la habitación, y me puse la bata y la braguita que me habían dado. Al rato entró el camillero, y mi marido con los niños; me despedí de ellos. A las 16.45h. me bajaron a la sala de pre-cirugía (¡o como se diga eso!). Me pusieron la vía con el suero, y otra cosa que según dijo me marearía un poco. Luego eché un vistazo a mi alrededor, y es lo último que recuerdo. Cuando desperté, creo que oí mi nombre, abrí los ojos y me encontré en el mismo sitio que estaba antes de entrar al quirófano. Me di cuenta de que estaba operada por la sensación de opresión en el pecho. Notaba además la garganta irritada; tal vez por el oxígeno de la mascarilla. Luego me sacó otro camillero, y me llevó de vuelta a la habitación, donde me esperaban mi marido y los niños. Ya eran las 19.45 h.
Pasé la noche mucho mejor de lo que yo esperaba.
Al día siguiente, a las 8,00 pasó el doctor a visitarme, y me explicó lo de los drenajes, y me pidió que lo llamara yo al día siguiente para que le dijera como iban los niveles de los botellines del drenaje. Me dio una receta con analgésicos y un antibiótico. Con los tubos del drenaje estuve dos días; hasta hoy, sábado, que subí a su clínica para quitarmelos, y también el vendaje.
Esta es mi historia. Espero no haberos aburrido. Con el próximo fascículo entrego las tapas del primer volumen (¡Ja,Ja!)...besos
