Hola a todas, en principio haceros saber que este es un paso muy importante para mí porque estoy muy asustada. He entrado a este foro varias veces pero compartir mi experiencia en cuanto a este enfermedad me cuesta mucho. Empecé a los 18 años y lo aprendí de una amiga mia (la cual me hizo mucho daño) que me decia que su secreto para no engordar era vomitar después de comer y que para incentivarse me imaginaba a mi porque la provocaba asco `por lo gorda que estaba. Lo sé, suena raro, pero a veces las personas en la adolescencia somos un poco autodestructivas y nos juntamos con quien menos debemos. Yo siempre he sido una mujer grande, mido 1,75 y por mis proporciones en el colegio me han llamado cosas como armario empotrado, la masa, etc.... Ser distinta fisicamente siempre me ha causado mucha fricción. A esto hay que añadir que mis hermanas son dos cocos, finitas, bajitas......Y mi madre siempre controlaba todo lo que comia y llegó hasta poner un candado en el armario de los dulces. Yo no estaba gorda para entonces, estaba creciendo, pero mi madre que estaba muy obsesionada con el físico empezó a meterme basura en la cabeza y a decirme cosas como que en el colegio no tenia exito porque no era delgada y que con lo alta que era podia ser hasta modelo. Toda esta mierda la estuve mamando años, y como me sentia tan desgraciada `por todo lo que me pasaba y mis carencias afectivas familiares eran tan desbordantes que empecé a comer dulces y a engordar hasta alcanzar los 85 kg. Mi madre llegó a hasta hacereme escupir en su mano lo que estaba comiendo a escondidas cuando me pillaba y me llamaba cerda y me decia que la daba asco. Luego conocí a esta mala amistad que comenté anteriormente la cual me enseñó a vomitar. Llegué a pesar gracias a esta locura 60 Kg y todo el mundo me decia que guapa estas Sofia, pero yo me estaba muriendo, vomitaba todos los dias y a veces hasta sangraba del esfuerzo. A los 20 años mi madre cayó enferma de cancer, en esa etapa estuve muy delgada y muy enferma para que ella estuviese contenta. Sé que es horroroso lo que estoy contando, pero siento una lástima muy grande de haberla perdido con 20 años porque ahora me encantaría tenerla en frente para decirla unas cuantas cosas.
Después de morir ella, seguí con la misma cruzada, hasta que un dia con 26 años me decidí a pedir ayuda a mi médico el cual me mandó esertia en dosis elevadas. Necesitaba ayuda psicológica pero no lo hice por miedo a faltar a mi trabajo (es un negocio familiar) y admitir una enfermedad tan mal vista. A esto hay que añadir que hice tanto ejercicio para mantenerme delgada que a dia de hoy tengo lesiones en las rodillas incurables. LLegué a entrenar 3 horas diarias y los fines de semana un total de 12 horas (6 horas el sábado y el domingo y a veces mas).
Este medicamento mu ayudó pero sobre todo mis ganas de salir de este pozo. Dos años mas tarde conoci a mi ex-novio que me ayudó mucho porque me mostré por primera vez tal y como era y eso me ayudó a dejar de vomitar. Luego por otro lado me hizo sentirme hermosa, tanto que hasta me olvidé de estar delgada y engordé 10 kg en el año que pasamos juntos. Estaba sana, radiante, feliz con mis curvas, y no me importaba que mi a mi familia no les gustase. Un año después, con unos 29 años lo dejé con mi novio (ya no me llenaba) pero como estaba sana me sentia imparable. Volví a hacer dieta y adelgacé pero sin obsesiones con la comida. Han pasado después de esto siete meses y ahora estoy MUERTA DE MIEDO, vuelvo a fantasear con bollos y chocolatinas, y lo peor de todo es que llevo 4 semanas en las que los fines de semana me atraco y vomito. Entrenar casi ya no puedo, porque mis rodillas no aguantan y me cuesta mas mantener me delgada. Dios mio.....no he cambiado nada, sigo enferma, vuelvo a repetir el mismo ciclo autodestructivo..... Ayer domingo, tenia ganas de quitarme la vida, odio sentirme tan sucia y enferma. Pensé que estaba curada, a veces me siento como una ratón corriendo en una rueda, esto me impide crecer como persona, me bloquea mentalmente y los años pasan y pierdes la vida en una obsesión.
Gracias por leerme.