Cáncer y curas milagrosas

Abigason
Pues sí, creo que algunos se aprovechan del desconocimiento y en otros casos de la desesperación de la gente, pero eso es no tener buenos sentimientos. En lo que se pueda es bueno alertar sobre estos inescrupulosos.
Muchos saludos.

Te doy la razón
Hola Carmen y demás chicas, estoy totalmente con vosotras. Es cierto que no existen los medicamentos ni los alimentos milagrosos, el cáncer es una cosa grave que no se cura como el dolor de cabeza, por desgracia.

Aunque como ya ha mencionado anteriormente una compañera, la alimentación puede ayudar a disminuir el riesgo de cáncer e incluso a mejorar la calidad de vida durante este (aunque nunca reemplazará a los otros tratamientos, por supuesto).

Hace algo de tiempo encontré este libro que habla sobre eso, se puede descargar gratis y esta bastante interesante. Os dejo el link por si os interesa echarle un vistazo http://bit.ly/19qaRfa

Besitos

Las buenas intenciones también existen...
Perdona, pero para tu información, no soy la que da consejos sobre alimentación y productos naturales para sacar tajadaprimero, si me he decidido a dar un consejo, es porque yo misma he tenido un cáncer y me he curado con esos productos, sin necesidad de quimio, radio, ni hormonoterapiaque sepas que existen personas altruistas, que están dispuestas a dejar un poco de su tiempo, para ayudar a los otros y hacerles ver, que existen otras vías de curación... para que no sigan creyendo que solo los medicos tienen la solución... de hecho ninguno la tiene porque nada de bueno han encontrado así que antes de juzgar y echar tierra por encima a alguien, profundiza un poco en las buenas razones que pueda tener para dar esos consejosla gente que muere de cáncer, es la gente influenciable que la sociedad y su entorno le han convencido que va a morir de ese cáncerquien hace frente a la enfermedad, sin dudas y con fé, con una buena alimentación y selección de productos naturales anticancer, y oxigena bien su cuerpo, es capaz de salvarse, en un alto porcentajela enfermedad no está en el cuerpo, sino en la mente