Foro / Salud

Terror en el hospital de torrelodones

Última respuesta: 23 de agosto de 2017 a las 17:47
R
ross_7088273
1/3/07 a las 17:27

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.

Ver también

W
wissam_9695992
16/5/07 a las 19:51

Hospital torrelodones
Yo también he tenido problemas en el hospital y los tengo. Vivo en Torrelodones y mi hija ha estado ingresada en el hospital.

D
delia_8513641
14/5/09 a las 15:25

Cerrado estaría mejor
Tengo en mi familia 5 personas dañadas por el pu.. hospital de Torrelodones:
1.- Varón de cuarentaitantos al que le diagnostican problema muscular en un brazo, resultando ser finalmente una infección y no una lesión muscular. Necrosis en brazo izquierdo. ¡Ojo clínico, le dicen!
2.- Niña de 12 años que llega por urgencias desviada a Torre para hacerle placa. No le hacen placa, solo está resfriada. Resultado: Púrpura diagnosticada más tarde `por médico de Centro de Salud. Afectación a los riñones.
3.- Bebé con encharcamiento pulmonar e infección, ingresado en la UCI. Madre del bebé pasa por dos partos, el natural no llegado a término porque era imposible debido a su fisonomía ( que conocía sobradamente la ginecóloga) y posterior cesárea, tras un tiempo considerablemente mayor del aconsejado de dilatación y en condiciones poco higiénicas. .
4.- Joven delgada, con antecedentes familiares de piedras en vesícula. Joven y delgada, imposible piedras, así que no hacen pruebas. Ayer la operaron de , efectivamente,piedras en la vesícula ,tras haber pasado 9 veces por urgencias del Hospital de Torrelodones con diferentes diagnósticos .
5.- Visitante con intolerancia química múltiple, expuesto a un veneno que puede resultar nocivo para cualquiera, máxime para hospitalizados: limpian con lejia y amoníaco, a la vez, bien juntitos ambos productos químicos. Resultado: visitante con crisis aguda.
Podría seguir, pero me canso

A
aiying_8126657
15/8/09 a las 10:46

Terror confirmado en el hospital de torrelodones
Esta semana acudí a urgencias del hospital de torrelodones. El médico de cabecera me sugirió que fuera inmediatamente a urgencias ya que podia tener algo grave. Solo decir que llegué a las 22,30h de un día entre semana de agosto y que estuve hasta las 3h de la madrugada. No quiero pensar lo que te puede pasar si vas un fin de semana cuando no sea verano...Tenía muchas molestias y miedo a que fuese algo grave. No me daban ninguna explicación las 4 veces que pregunté a las enfermeras que allí estaban. Ya la última vez que pregunte (2,45h) me dijo la enfermera que no podía hacer nada, que si quería fuera yo a pedirle explicaciones al médico que estaba en ese momento solo. Tal y como estaba agotada y con dolor , fui allí (con el de seguridad detrás) y me dijo el doctor que vale, que me recibía en ese momento...Por qué no hice eso antes? Qué pasa, es ésto lo que hay que hacer para te te atiendan?. Había varias personas en mi misma situación. Vergonzoso. Hospital bonito por fuera e instalaciones nuevas pero con una desorganización increible y personal terriblemente escaso (recuerdo que eran URGENCIAS). Yo personalmente no voy a acudir a este hospital de nuevo por muy cerca que esté de mi casa. Durante esas más de 4 horas que estuve esperando sola y con dolor me estuve preguntando una y otra vez para qué me vale estar pagando los 60 mensuales del seguro privado de SANITAS. Total... para recibir esta atención?? VERGONZOSO

M
maryia_8649423
8/7/10 a las 23:01

Me sumo a las personas horrorizadas con ese hospital
Yo di a luz allí y tengo clarísimo que si fuera el único hospital que existiera en el mundo, antes de volver a entrar ahí, daba a luz en la calle. Me trataron de pena y me hicieron sufrir innecesariamente (resumiendo). Cada vez que me acuerdo, me pongo a llorar. ¡Es horrible!

S
shara_5648847
18/7/11 a las 13:40

Comentario
querida amiga, entiendo tu postura, mi marido ha estado ingresado en este hospital 50 días mas operaciones y ni te cuento, para empezar la mala atención prestada,en planta tardaban mas de 2 a 3 horas para realizarte las curas, y sin comentar el cirujano que le operó que hemos tenido que irnos a otro cirujano a arreglar todo el desastre que le han hecho,,,podría tirarme horas contandote.
te respondo para que estas cosas no queden en el olvido de nadie, pues mas reclamaciones que puse yo...y ni caso.
Quiero que quede constancia que es un desastre de hospital, que es una pena que tengamos un hospital aqui y no nos sirva de nada.
Sin más deseo estes recuperada de todo.
Un saludo.

S
shara_5648847
18/7/11 a las 13:57
En respuesta a delia_8513641

Cerrado estaría mejor
Tengo en mi familia 5 personas dañadas por el pu.. hospital de Torrelodones:
1.- Varón de cuarentaitantos al que le diagnostican problema muscular en un brazo, resultando ser finalmente una infección y no una lesión muscular. Necrosis en brazo izquierdo. ¡Ojo clínico, le dicen!
2.- Niña de 12 años que llega por urgencias desviada a Torre para hacerle placa. No le hacen placa, solo está resfriada. Resultado: Púrpura diagnosticada más tarde `por médico de Centro de Salud. Afectación a los riñones.
3.- Bebé con encharcamiento pulmonar e infección, ingresado en la UCI. Madre del bebé pasa por dos partos, el natural no llegado a término porque era imposible debido a su fisonomía ( que conocía sobradamente la ginecóloga) y posterior cesárea, tras un tiempo considerablemente mayor del aconsejado de dilatación y en condiciones poco higiénicas. .
4.- Joven delgada, con antecedentes familiares de piedras en vesícula. Joven y delgada, imposible piedras, así que no hacen pruebas. Ayer la operaron de , efectivamente,piedras en la vesícula ,tras haber pasado 9 veces por urgencias del Hospital de Torrelodones con diferentes diagnósticos .
5.- Visitante con intolerancia química múltiple, expuesto a un veneno que puede resultar nocivo para cualquiera, máxime para hospitalizados: limpian con lejia y amoníaco, a la vez, bien juntitos ambos productos químicos. Resultado: visitante con crisis aguda.
Podría seguir, pero me canso

Comentario
Buenas días, mi experiencia en este hospital a sigo nefasto, operaciones, ingreso....el peor hospital privado que he tenido.
Un saludo.

A
assil_9388593
25/2/12 a las 22:00
En respuesta a aiying_8126657

Terror confirmado en el hospital de torrelodones
Esta semana acudí a urgencias del hospital de torrelodones. El médico de cabecera me sugirió que fuera inmediatamente a urgencias ya que podia tener algo grave. Solo decir que llegué a las 22,30h de un día entre semana de agosto y que estuve hasta las 3h de la madrugada. No quiero pensar lo que te puede pasar si vas un fin de semana cuando no sea verano...Tenía muchas molestias y miedo a que fuese algo grave. No me daban ninguna explicación las 4 veces que pregunté a las enfermeras que allí estaban. Ya la última vez que pregunte (2,45h) me dijo la enfermera que no podía hacer nada, que si quería fuera yo a pedirle explicaciones al médico que estaba en ese momento solo. Tal y como estaba agotada y con dolor , fui allí (con el de seguridad detrás) y me dijo el doctor que vale, que me recibía en ese momento...Por qué no hice eso antes? Qué pasa, es ésto lo que hay que hacer para te te atiendan?. Había varias personas en mi misma situación. Vergonzoso. Hospital bonito por fuera e instalaciones nuevas pero con una desorganización increible y personal terriblemente escaso (recuerdo que eran URGENCIAS). Yo personalmente no voy a acudir a este hospital de nuevo por muy cerca que esté de mi casa. Durante esas más de 4 horas que estuve esperando sola y con dolor me estuve preguntando una y otra vez para qué me vale estar pagando los 60 mensuales del seguro privado de SANITAS. Total... para recibir esta atención?? VERGONZOSO

De acuerdo totalmente
hola, yo pasé por quirófano en dicho hospital y me han dejado bien jodido de por vida. yo me animaría a poner nombre a todo esto y llevarles ante la justicia

L
lilian_8134653
28/6/17 a las 20:18
En respuesta a aiying_8126657

Terror confirmado en el hospital de torrelodones
Esta semana acudí a urgencias del hospital de torrelodones. El médico de cabecera me sugirió que fuera inmediatamente a urgencias ya que podia tener algo grave. Solo decir que llegué a las 22,30h de un día entre semana de agosto y que estuve hasta las 3h de la madrugada. No quiero pensar lo que te puede pasar si vas un fin de semana cuando no sea verano...Tenía muchas molestias y miedo a que fuese algo grave. No me daban ninguna explicación las 4 veces que pregunté a las enfermeras que allí estaban. Ya la última vez que pregunte (2,45h) me dijo la enfermera que no podía hacer nada, que si quería fuera yo a pedirle explicaciones al médico que estaba en ese momento solo. Tal y como estaba agotada y con dolor , fui allí (con el de seguridad detrás) y me dijo el doctor que vale, que me recibía en ese momento...Por qué no hice eso antes? Qué pasa, es ésto lo que hay que hacer para te te atiendan?. Había varias personas en mi misma situación. Vergonzoso. Hospital bonito por fuera e instalaciones nuevas pero con una desorganización increible y personal terriblemente escaso (recuerdo que eran URGENCIAS). Yo personalmente no voy a acudir a este hospital de nuevo por muy cerca que esté de mi casa. Durante esas más de 4 horas que estuve esperando sola y con dolor me estuve preguntando una y otra vez para qué me vale estar pagando los 60 mensuales del seguro privado de SANITAS. Total... para recibir esta atención?? VERGONZOSO

Hola!!
pues la verdad es que yo no me siento identificada con lo que contáis, yo tuve allí a mis tres niños, los cuales siguen llendo al pediatra allí. Mis ingresos siempre han sido buenos. El trato del personal es muy bueno y mi padre que también estuvo ingresado por una neumonía también estuvo genial. Pera mi y mi familia es desde luego el hospital de referencia. 

L
lilian_8134653
28/6/17 a las 20:21
En respuesta a delia_8513641

Cerrado estaría mejor
Tengo en mi familia 5 personas dañadas por el pu.. hospital de Torrelodones:
1.- Varón de cuarentaitantos al que le diagnostican problema muscular en un brazo, resultando ser finalmente una infección y no una lesión muscular. Necrosis en brazo izquierdo. ¡Ojo clínico, le dicen!
2.- Niña de 12 años que llega por urgencias desviada a Torre para hacerle placa. No le hacen placa, solo está resfriada. Resultado: Púrpura diagnosticada más tarde `por médico de Centro de Salud. Afectación a los riñones.
3.- Bebé con encharcamiento pulmonar e infección, ingresado en la UCI. Madre del bebé pasa por dos partos, el natural no llegado a término porque era imposible debido a su fisonomía ( que conocía sobradamente la ginecóloga) y posterior cesárea, tras un tiempo considerablemente mayor del aconsejado de dilatación y en condiciones poco higiénicas. .
4.- Joven delgada, con antecedentes familiares de piedras en vesícula. Joven y delgada, imposible piedras, así que no hacen pruebas. Ayer la operaron de , efectivamente,piedras en la vesícula ,tras haber pasado 9 veces por urgencias del Hospital de Torrelodones con diferentes diagnósticos .
5.- Visitante con intolerancia química múltiple, expuesto a un veneno que puede resultar nocivo para cualquiera, máxime para hospitalizados: limpian con lejia y amoníaco, a la vez, bien juntitos ambos productos químicos. Resultado: visitante con crisis aguda.
Podría seguir, pero me canso

Lo que no entiendo es que si os fue mal una vez porque volvíais?? Venga eso no hay quien se lo crea...por lo visto ha pasado toda tu familia

L
lilian_8134653
28/6/17 a las 20:21
En respuesta a delia_8513641

Cerrado estaría mejor
Tengo en mi familia 5 personas dañadas por el pu.. hospital de Torrelodones:
1.- Varón de cuarentaitantos al que le diagnostican problema muscular en un brazo, resultando ser finalmente una infección y no una lesión muscular. Necrosis en brazo izquierdo. ¡Ojo clínico, le dicen!
2.- Niña de 12 años que llega por urgencias desviada a Torre para hacerle placa. No le hacen placa, solo está resfriada. Resultado: Púrpura diagnosticada más tarde `por médico de Centro de Salud. Afectación a los riñones.
3.- Bebé con encharcamiento pulmonar e infección, ingresado en la UCI. Madre del bebé pasa por dos partos, el natural no llegado a término porque era imposible debido a su fisonomía ( que conocía sobradamente la ginecóloga) y posterior cesárea, tras un tiempo considerablemente mayor del aconsejado de dilatación y en condiciones poco higiénicas. .
4.- Joven delgada, con antecedentes familiares de piedras en vesícula. Joven y delgada, imposible piedras, así que no hacen pruebas. Ayer la operaron de , efectivamente,piedras en la vesícula ,tras haber pasado 9 veces por urgencias del Hospital de Torrelodones con diferentes diagnósticos .
5.- Visitante con intolerancia química múltiple, expuesto a un veneno que puede resultar nocivo para cualquiera, máxime para hospitalizados: limpian con lejia y amoníaco, a la vez, bien juntitos ambos productos químicos. Resultado: visitante con crisis aguda.
Podría seguir, pero me canso

Lo que no entiendo es que si os fue mal una vez porque volvíais?? Venga eso no hay quien se lo crea...por lo visto ha pasado toda tu familia

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:46
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:46
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:46
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:46
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:46
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:46
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:46
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:46
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

 

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Y
yudith_10037720
23/8/17 a las 17:47
En respuesta a ross_7088273

Tengo 62 años, he trabajado como administrativo en un hospital público, y he estado hospitalizado en el Hospital Madrid Torrelodones durante 1 mes por una neumonía. Durante este período de tiempo, he pasado 5 días en la UCI y el resto del tiempo en la 1 planta.
Decidí acudir al hospital porque un sobrino había trabajado allí y mi seguro médico está concertado con este hospital, que me queda cerca de casa, ya que vivo en Villalba. Nunca antes había estado ingresado en un hospital privado. Pensaba que el servicio era de mayor calidad que en los públicos, pero que decepción más grande me he llevado.
Desde el día que ingresé hasta un mes después que me dieron el alta, decepción tras decepción. Podía haber solicitado el alta voluntaria, que es lo que me dijo una chica de atención al cliente, pero en mis condiciones no creí conveniente cambiarme de hospital.
Las enfermeras y demás sanitarios que trabajan allí, se les ve cualificados a la mayoría y muestran interés (exceptuando alguna enfermera que debe ser su primer empleo, no debiendo pasar de los 20-22 años, y que no es capaz ni de coger una vía), pero tienen una sobrecarga de trabajo, que repercute directamente en la calidad del servicio prestado. En las plantas, una enfermera y una auxiliar atienden a 21 pacientes mínimo por planta y en la UCI una enfermera y una auxiliar atienden a 6 pacientes. Según me he estado informando, los ratios enfermera/paciente deberían ser menores, tanto en planta como en UCI, ya que influyen directamente sobre la morbimortalidad de los pacientes ingresados. Siendo un hospital privado, el enfoque es el de un negocio, así minimizan costes en personal, y el que sale peor parado es el cliente/paciente, que no se le atiende como se debería.

Según tienen montado el hospital, con habitaciones individuales con aire, TV, DVD y toda clase de servicios, parece más un hotel. Pero un hotel en el que no te cambian las sábanas si se han manchado de sangre, y en el que tardan excesivamente en acudir cuando necesitas que vengan a quitarte un suero o a comprobar que la vía funcione y te está pasando correctamente la medicación. Y repito, que la culpa no es de los sanitarios, sino de la falta de personal y su cualificación, que para cubrir huecos meten a chicas sin experiencia y estas chicas las ponen a cargo de más de 20 pacientes.

Mi ingreso se debió a un catarro mal curado. Llegué con fiebre al hospital y malestar general. Tardaron más de 2 horas en atenderme en la urgencia. Que más que una urgencia parecía una guardería, con muchísimos padres con sus niños esperando en la sala de espera. Una vez que pasé al box de adultos, tardaron más de media hora en hacerme las pruebas que, el médico, un tanto irritado, pidió que me hicieran. Me sacaron la analítica, me hicieron una radiografía de tórax y tardaron más de 2 horas en ponerme el termómetro (llegaba con 38'5 de fiebre). Me cogieron una vía, después de pincharme varias veces y me pusieron un antibiótico. A las 5 horas de estar allí, decidieron que ingresaba en planta y me subieron a lo que llaman 'hospital de día', una zona de la tercera planta en la que hay 8 cuartuchos, en los que hay que compartir baño, en mi caso, con una mujer embarazada, unos padres con un niño pequeño, un señor que estaba chillando... Y no había ningún tipo de cortina o puerta entre los cuartuchos, con lo cual tu intimidad se veía un poco afectada.
Tras pasar la noche en vela por los gritos del señor mayor, mi mujer puso una reclamación en atención al paciente y la dijeron que yo había consentido que me metieran en el cuartucho, por lo que no iba a servir de nada la reclamación. Quiero aclarar que yo había consentido mi ingreso firmando una hoja para ingresar, pero no en estas condiciones. En ningún momento se nos informó que fueran a meterme en ese cuarto, y creo que por estar pagando un seguro médico puedo exigir que me ofrezcan la calidad que venden en sus anuncios.
Al día siguiente, sin haber dormido apenas, vino el médico a primera hora de la tarde y me dijo que me iban a pasar a la primera planta y que podía comer, ya que me tuvieron todo el día a dieta por si había que hacer pruebas que nunca me hicieron. Seguía con fiebre que no me habían quitado desde que entré.
Pasé a la primera planta, tuve que solicitar que me trajesen la cena, ya que al trasladarme a la habitación, como coincidió con la hora de la cena, me dijeron que en cocina no la habían pedido, y al final me trajeron un yogur. Tuve que pedirle a mi mujer que bajase por un bocadillo a la cafetería porque estaba hambriento. Por la noche llegaron pasada la una a ponerme el antibiótico que se supone debían haberme puesto a las 12 de la noche. Y seguía con fiebre.

Estuve dos días en la planta empeorando, con fiebre, cansancio y muchas flemas, aguantando un servicio deficiente. Aunque las enfermeras, en general eran agradables, se las veía que no daban a basto y no hacían más que quejarse que tenían mucho trabajo, por lo que mi mal humor se convirtió en resignación viendo que las pobres muchachas corrían de un lado para otro con el carrito de la medicación sin parar. Hablando con ellas decían que llevaban 21 pacientes ellas solas. No existe alguna ley que indique el número máximo de pacientes por paciente, ya que me parece una barbaridad 21 pacientes para una enfermera. Claro, así llamábamos al timbre para avisarlas si se había acabado el suero o goteaba la vía y tardaban más de 20 minutos en venir e incluso alguna vez una hora.

Dado que no mejoraba, me enviaron a la UCI. Que me pregunto si es legal que en 20 o 30 metros cuadrados que podía tener la UCI podamos estar ingresados 6 pacientes, de los cuales 2 tenían respirador y había una separación de un metro entre las camas, que una vez se puso malo un señor y no cabían los sanitarios alrededor de la cama para asistirle. Aparte, cada vez que tenían que hacer una radiografía con el equipo portátil (que está aparcado fuera de la UCI, en la sala de espera del quirófano, con acceso a él por parte de cualquier persona que pase por allí), nos irradiaban a todos, ya que no hay distancia suficiente entre las camas, por lo que los 5 días que estuve en la UCI me habré llevado fácil 15-20 placas, con su correspondiente perjuicio para mi salud.
Las quejas del personal eran las mismas, la falta de personal, la sobrecarga de trabajo y la falta de material y equipos. En la UCI, aunque todos son muy jóvenes, incluidos algunos médicos, parecían cualificados, al menos me ponían la medicación a sus horas y se les veía eficientes, a pesar de no verles descansar ni un solo minuto, incluso los de noche.

Una vez que mejoré, volví a la primera planta y estuve casi 3 semanas más hospitalizado, con antibióticos, corticoides y demás medicación. Me cambiaron más de 7 veces las vías, por lo que me he ido a casa con los brazos llenos de hematomas, ya que cada vez que me tenían que coger la vía , me pinchaban dos o tres veces.

Entiendo que los negocios privados los gestionen como crean oportuno sus directores, pero tratándose de un hospital deberían aumentar el personal y elegirlo mejor, para dar un servicio de calidad, que es lo que buscamos los clientes de las compañias de seguros médicos.

De hecho me he dado de baja en mi aseguradora y no creo que vuelva nunca más al hospital de Torrelodones. La próxima vez acudiré a mi hospital público, que tardan más o menos lo mismo en atenderme, pero se ve que están más preparados y tienen más recursos, tanto profesionales como humanos.

Espero que publiquen mi mail, que he redactado con ayuda de mi sobrino y que sirva a otros antes de decidir acudir a un hospital privado, en especial al de Torrelodones.


Buen título, no se me ocurre otro mejor!

Mi experiencia en el hospital  de Torrelodones:

Fuí a urgencias 2 veces en 5 días por un terrible dolor abdominal y los 2 médicos que me vieron, con solo una placa, me dijeron que con seguridad era una hernia epigástrica.  A instancias de mi médico de cabecera la segunda vez pedí una ecografía y el médico se negó, estaba superseguro de su diagnóstico, él era cirujano y había visto muchas. Ignoraron una Pancreatitis aguda muy grave que poco después casi me mata.


Obviando mi dolencia, tenía que operarme de un cancer de tiroides que no podíaesperarasí que busquébun buen cirujano especialista que operaba en este hospital e ingreso para una operación que es un éxito. Desgraciadamente, en el postoperatorio sufro una Pancreatitis aguda que me causa un fallo multiorgánico y que obliga a que me induzcan un coma, salgo de él pero en algún momento me han contagiado con la bacteria Klebsiella pneumoniae, que puede ser mortal,blo que implicó aislamiento y dosis enormes de antibióticos ya unidos a todos lo que me estaban poniendo. Paso por una operación a vida o muerte y la supero. Paso por otras intervenciones para implantar drenajes porque la pancreatitis ha creado múltiples complicaciones. Estoy muy mal y muy drogada para evitarme el terrible dolor y lo único que deseo es descansar, dormir... pero no, en la UCI del hospital  de Torrelodones eso es imposible...


Ruido... Aparte de estar pegado a otros pacientes, con sus implicaciones, en el centro de la sala está la sala de café del persona, acristalada, en la que no solo se reúne personal de la UCI sino todos los celadores y personal de otras plantas, eso significa que fácilmente 10 personas se reúnen varias veces al día y, lo que es peor, durante las noches, lo que que conlleva varias conversaciones paralelas, risas, gritos, etc. a un volumen que va in crescendo sin ninguna consideración para con los pacientes, tanto es así que yo tenía que llamar a gritos si necesitaba algo. Y es que no existen timbres, algo imprescindible cuando una persona intubada no puede avisar; imaginad la ansiedad, el miedo de un paciente indefenso totalmente a merced de otros... Incluso tuve un enfrentamiento con una enfermera de noche porque una de ellas, a las 3 de la mañana, se puso a cambiar muebles de sitio arrastrándolos; me contestó que estaba en su horario laboral y si quería lo hacía.  Le contesté que su labor principal era cuidar de la confortabilidad de los enfermos y eso implicaba dejarles descansar. Ni caso. Al día siguiente se lo conté a la jefa de enfermeras y se asombró pero no pasó nada, ni una disculpa.
 
¿Que si nos quejamos por el ruido otros pacientes o yo? Todos los días ¿sirvió de algo? No, rotundamente no, no hicieron nada ni el director de la UCI ni la jefa de enfermeras. Solo había silencio y orden a la hora de las visitas para que éstas vieran lo bien que nos cuidaban. Pedí que me llevaran de casa unos tapones para los oídos y un antifaz ya que teníamos las luces de los fluorescentes encima de las camas y se apagaban solo un rato por las noches.  Mucha veces tuve que pedir que apagan las que estaban sobre mi cama ya que yo solo podía estar tumbada bocaarriba. 


Ví a auxiliares haciendo tareas de enfermeros (poner inyecciones,  preparar medicamentos...) y a éstos realizar tareas de médicos (utilizar anestesia,  realizar traqueotomias...)  Y les oí constantes quejas sobre las condiciones de trabajo y salarios.  


Estuve en la UCI  4 meses y aún hoy tengo pesadillas con aquella experiencia, la peor de toda mi vida. Me quedo con la impresión de que solo cuidan el cuerpo y se olvidan de que hay, además, una persona que está sufriendo y pasando por la experiencia más traumatica de su vida. Una persona que esta indefensa, que usa pañales y ha perdido su identidad, su intimidad y que está aterrorizada, impotente. De mi paso por ahí conservo, de por vida, la Klebsiella en forma latente por lo que se puede activar en cualquier momento,  matándome o infectando a los que me rodean. Y mi capacidad pulmonar reducida, por esa bacteria, y por todos los antibióticos recibidos.    

Por supuesto me encontré excelentes profesionales: el director de la UCI, que hizo que yo saliera adelante cuando parecía imposible;  la jefa de la unidad del dolor,  que me hizo más soportable todo;  el internista que coordinó perfectamente; los diferentes especialistas que me visitaron; un par de enfermeras y una auxiliar que sí se preocuparon por mi bienestar.


Ya en planta, durante los 3 meses que he estado mi queja es la misma que la de otros pacientes: una enfermera/o para media planta por lo que están agobiados con una enorme presión y sobrecarga de trabajo, hacen lo que pueden.


Este ahorro de personal ha hecho que la gestión del hospital sea un éxito ya que la que era Directora ha sido ascendida. Y algunos buenos profesionales han dejado el hospital, desconozco las razones. 


Ahora debo operarme y deseo que lo haga el mismo cirujano que me salvó la vida pero me da pánico pensar en los días que tendría que pasar en la UCI  por lo que tendré que buscar otro sitio... 


¿Lo recomiendo? Para consultas externas sí, tiene buenos profesionales. Y para algunos tipos de urgencias. Para estar ingresado... no!

Videos, noticias, concursos y ¡muchas sorpresas!
facebook
ISDIN Si-Nails

ISDIN Si-Nails

Compartir