Echando la vista atrás me asusta el pensar que llevo casi 11 años vomitando, desde el verano del 2002.
Tenía 21 años y durante ese curso había engordado mucho, y se me pasó por la cabeza probar a vomitar, a ver si era efectivo.
Tras todo este tiempo, sólo he conseguido estar satisfecha con mi cuerpo y mi peso en unas cuatro o cinco ocasiones, y durante no más de dos o tres meses cada vez.
Creo que soy adicta a la comida, y realmente tengo un problema.
Puedo estar durante todo el día pensando en llegar a casa y comer todo lo que pueda pillar de la cocina teniendo en mente en todo momento que después lo voy a vomitar.
Estoy gordita, por lo que tengo claro que vomitar no adelgaza, pero me "permite" poder hincharme, comer como un animal, como un ser primario, ya que me voy a "deshacer" de parte de esa cantidad inhumana de comida.
No sé cómo me las he arreglado, pero en casa nunca me han pillado, ni se han olido nada (ni mis padres cuando vivía con ellos - la casa era grande y había un baño que no se utilizaba que lo convertí en "el baño"-, ni mi marido tras casarme). Supongo que es por el echo de que no estoy delgada, más bien tengo unos cuantos kilos de más (y es totalmente objetivo).
En casa me sinceré (parcialmente, ya que no conté toda la verdad) hace un par de años, con mi marido, ya que tuve otra época realmente horrible. Pero creo que, cómo él no me ha visto nunca (pasa mucho tiempo fuera de casa y he controlado siempre muy bien sus horas de llegar a casa) y no estoy delgada, no le dio más importancia, ya que me encargué yo de quitarle hierro al asunto, porque tras dos meses de parón, volví a las andadas, y no quería tenerlo encima.
Justo después de vomitar, siempre me digo lo mismo: No lo voy a volver a hacer, tengo que ser más fuerte, es asqueroso lo que hago, me estoy haciendo polvo, la piel la tengo fatal, me duele cada vez más la garganta durante más tiempo, me avergüenzo de de mí misma... Me doy asco...
Pero al día siguiente o incluso a veces sólo ha pasado una hora, y lo vuelvo a hacer. Soy básica, como si no tuviera capacidad de decisión. Me ciego con la comida. Doy asco.
No quiero ni hacer cuentas del dinero que me gasto en comida sabiendo a priori que es para vomitarla. Increíble...
He tenido periodos en los que no he vomitado durante un par de meses o tres, y otros en los que lo he hecho casi todos los días.
Ahora estoy en uno de los peores. Y soy consciente de ello, ya que soy capaz de analizarlo, pero llega un punto en el que mi razocinio no da para más, y me dejo llevar por el instinto, por la ansiedad, por el aburrimiento tal vez...
Desde finales de verano, por tema de trabajo, vivo fuera de casa durante la semana, y vivo sola.
Bueno, pues todos los días, todos, he vomitado, incluso algunos dos o tres veces...
No he sido capaz de controlarme ni un maldito día. ¿Qué me pasa? ¿Seré capaz de comer alguna vez sin estar pensando en que me puedo hinchar ya que después "puedo" vomitar?
Tal vez el primer paso sea poder hablar de ello, aunque sea a través de un ordenador...
P.D: Menuda parrafada... Pero lo necesitaba!
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