Mi operación, mi experiencia

Buenos días a tod@s,

Me operé el pasado día 21 de Junio en Madrid, con el Dr. Juan Monreal. Mi intervención consistió en una mastopexia sin aumento.
Como sé que much@s de vosotr@s aún estáis esperando vuestro gran día y sé los nervios que se pasan hasta que llega, aquí os dejo mi experiencia por si os puede tranquilizar un poquito.
Salimos de casa a las 6:00h de la mañana, tenía que estar allí a las 7:45h y no sabíamos cómo estaría la carretera. Llegamos bastante pronto y tuvimos que entrar por urgencias, puesto que la puerta principal aún no estaba abierta.
Después de un ratito viendo como el conserje pasaba la mopa por el suelo de la salita de espera (y menudo arte que tenía el señor) y según indicaciones del Dr., mi acompañante se quedó en recepción con mi DNI y rellenando los datos necesarios, mientras yo me dirigía ya a la sexta planta, a quirófano. Más que nada por ahorrar tiempo, porque sino hubiera tenido que esperar a ingresar en la habitación para que el cirujano me puediera tomar las medidas y pintarme. Y éso hubiera supuesto un retraso.
Tras unos interminables minutos dando vueltas frente a la puerta de quirófanos apareció el "hombre de los milagros", vestido ya para entrar en faena. Me hizo un gesto con la mano, invitándome a acompañarle. Me llevó hasta un vestuario y me indicó que me quitara toda la ropa y me pusiera un pijama azul que había sobre un banco (en esos momentos yo sólo pensaba...¿y dónde meto las bragas para que no las vean?, ¿y si se caen y se quedan ahí, perdidas en cualquier pasillo?).
Una vez que terminé con mis divagaciones sobre el destino de mi ropa interior, ya vestida y con unos patucos de plástico, me fuí como una corderita tras él en dirección al "habitáculo mágico".
Allí me senté en la camilla y me dejé "decorar" mientras no perdía detalle de todo lo que pasaba a mi alrededor.
Las enfermeras estaban muy relajaditas (claro, no te jhode, ellas no se iban a dejar rajar) y Monreal trazando líneas y más líneas, mientras fruncía el ceño debido a la concentración.
Después de ponerme un gorrito para el pelo y tumbarme, y mientras el cirujano seguía con su "obra", apareció otro hombre, que enseguida empezó a trastear por allí.
Debió notar como mi mirada le taladraba el cogote, porque se giró hacia mí y con una sonrisilla de medio lado me dijo: "soy el anestesista". ¡Dios!, si hubiera sido una película de miedo....es en ese momento cuando la habitación se hubiera iluminado con varios relámpagos y se hubiera escuchado una risa infernal de fondo.
Yo no podía mover ni un músculo de mi cara, sólo pensaba: "porfa, no me haga usted pupita".
Unas frases más...."vas a sentir una pequeña molestia, es la vía", "sujétate tú la mascarilla para que no te agobies", "me estoy mareando" (lógicamente esta última frase la dije yo, porque si la llega a decir el anestesista o el cirujano, mal asunto) y después nada, ya no recuerdo más.
Para aquell@s que aún estáis por pasar por esto, y os lo pongo en mayúsculas...TODO PASA MUY RÁPIDO Y APENAS TIENES TIEMPO DE PENSAR O PONERTE NERVIOS@. NO SIENTES DOLOR, NO SIENTES MOLESTIAS, EN DEFINITIVA, NO TE ENTERAS. Os lo dice una persona muy, muy, pero que muy nerviosa y que ha padecido ansiedad. NO TE ENTERAS.
Abrí los ojos, con la misma sensación que cuando despiertas de una larga noche de sueño y lo primero que ví fué un reloj en la pared que marcaba las 12 y pico. Es ridículo, pero pensé: ¡joer, me he dormido, llego tarde! e intenté incorporarme. Al instante sentí una mano sobre mi hombro y una voz que me decía: "no, tranquila, no te levantes". Estaba en la sala de recuperación.
Desde ahí todo es confuso. Recuerdo que temblaba de frío, el trayecto hacia la habitación, mi pareja allí esperándome y poco más. Pasé la mayor parte del día sobando.
En no sé qué momento, me toqué el labio, y por las proporciones que tenía debía parecer la prima de Carmen de Mairena. Me explicaron que durante la intervención había mordido el tubo y que les costó que lo soltara después. Al parecer es algo habitual.
Por la tarde, ya más despejada y tras varios intentos, conseguí orinar en la cuña. Me costó lo suyo, pero mientras no lo hiciera no me daban algo de comer y creo que fué motivación más que suficiente. Tuve mi recompensa, un café y unas galletas que devoré al estilo "Triki" y me supieron como el más maravilloso de los manjares. Y la cena ni os cuento.
Estuve una noche ingresada y, salvo las molestias de tener que andar con el suero de aquí para allá y los drenajes, fué todo muy llevadero.
A la mañana siguiente vino el Dr. Monreal, me quitó los drenajes (no sé si esto será diferente al no llevar implantes, pero en mi caso no me resultó tan doloroso. Es molesto, pero soportable), me revisó los puntos y me hizo una cura. Como todo estaba bien, me dijo que ya me podía marchar y que nos veríamos en unos cinco días.
Desde entonces, aparte de la debilidad lógica, me he ido encontrando cada día mejor. Es más, me recetó Nolotil en ampollas por si tenía dolor y la caja sigue intacta.
En fin, esta ha sido mi experiencia. Ya me he visto los puntos, porque me curan las heridas todos los días. Impresionan, pero más me impresiona verme el pecho en su sítio después de tantos y tantos años deseándolo. Estoy muy felíz de haber tomado esta decisión y siempre agradeceré haber encontrado este foro y su solidaridad.

¡MUCHAS GRACIAS A TOD@S Y ÁNIMOS A AQUELL@S QUE AÚN ESTÁN POR OPERARSE!.
¡OS DESEO LA MISMA FELICIDAD QUE SIENTO YO AHORA MISMO!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡YUPIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!-!!!!!!!!

PD: Ya me estoy haciendo algunas fotos, en cuanto tenga unas poquitas más me hago el album. Espero poder ayudaros con esto tanto como a mí me ayudó ver fotos de otras chicas.

Un saludito de otra mastopexiana felíz.