Me siento como si fuera mi cumple pero en mejor
La verdad que es curioso todo lo que e descubierto de mí misma en estos quince días... Ahora todo resulta más fácil, la vida es más ligera, a pesar de que los problemas sean los mismos.
No tengo ganas de fumar en la calle, ni entre fumadores, ni de marcha, comidas, cenas etcétera... Cuando tengo ganas de fumar es en las situaciones opuestas: en las que me relajo...En casa, sobre todo. Creo que el motivo es que sicológicamente, en las situaciones que son, teóricamente, las difíciles (de fiesta, cenas y demás), me he preparado mentalmenbte, con mucha fuerza, movida por el miedo, y mi mente bloquea las ganas de fumar. Pero, a la inversa, cuando estoy en situaciones en las que las ganas deberían ser menos (en casa tranquilamente sin fumadores ni tabaco alrededor), mi mente está relajada y la dependendecia sicológica saca todas sus armas y me apetece más.
Dejar de fumar es como jugar al estratega. Per pienso ganar yo.
Ánimo a todo el mundo, tenemos que ser ganadores
Un beso