Hola a todas y/o todos. Hace tiempo entraba a este foro a compartir ideas, experiencias, a buscar a apoyo y algunas otras veces a tratar de darlo.
Tuve un verdadero problema con la comida desde aproximadamente los 13 años de edad, grandes problemas de autoestima, de ahí se originó todo naturalmente, a los 23 años empecé a vomitar, por eso siempre dije que tenía bulimia desde los 23 años, pero en realidad mis problemas con la comida, de siempre buscar dieta, de matarme de hambre el tiempo que pudiera, de buscar fórmulas milagrosas para quemar grasa empezaron entrando a la adolescencia. Ahora tengo 40 años, pensé que cumplir esa edad sería terrible; no para cualquiera, pero sí para alguien como yo que pasó casi toda su vida en un depresión, siempre sintiéndose inferior y sintiendo que no merecía nada y, por lo tanto, sin luchar por siquiera uno de sus sueños. Sentía que nadie me quería, pero no era capaz de ver que la persona que más importaba que me quisiera era yo misma. Llegó tan temida fecha, mis 40 años, mi vida vacía, con un trabajo que no me gusta y no me enorgullece, soltera y sin hijos y sin una casa propia. En fin, mis circunstancias definitivamente no son las mejores; pero me siento mejor que nunca. Algo pasó en mí, no sé explicar qué es, que me hizo dejar de verme sólo como un cuerpo o una cara, incluso como un estado civil, una profesión o un estatus; aprendí a ver en mí a una mujer con virtudes (y no sólo defectos), a una mujer que ha sobrevivido y se ha reafirmado a pesar de las circunstancias. Me veo al espejo y ya no veo a la gordita insignificante de ojos pequeños que vi desde mi adolescencia, ya no pienso en por qué no tendré la nariz perfecta, los ojos más grandes o por qué tuve que ser tan bajita; ya no siento que valgo o que merezco menos que los demás. Ahora me veo al espejo, y mi cuerpo no es perfecto, pero me parece lindo, veo que tengo kilos de más que tal vez baje algún día, pero por ahora no me estorban; veo mis que mis ojos son pequeños, pero me gusta su forma y que son muy expresivos; veo que mi nariz no es perfecta, pero combina a la perfección con mi mi cara; he dejado de sentirme pequeña, no lo soy, aunque no paso del 1.55; el espejo me muestra una imagen que me gusta. Ya no soy la "solterona", soy la mujer que puede hacer con su vida lo que le venga en gana, porque no tiene compromisos. No soy la que se mata en un trabajo que no la llena, soy una mujer independiente que trabaja para darse lo mejor. Hace tiempo que no me preocupo por lo que comí en el día ni por cómo compensar con una dieta o ejercicio, hace tiempo que no como pensando de antemano en vomitar. Creo que al fin está superado (no lo puedo asegurar, pero creo que esta vez sí es de verdad). ¿Qué hice diferente? Amarme, respetarme, cuidarme, defenderme, ser tolerante conmigo misma, entender que valgo y merezco mucho y que nadie tiene derecho (ni permiso) de herirme ni de juzgarme, ni siquiera yo misma.
Tanto rollo para decirles que estoy convencida de que el remedio está en nosotras mismas, que la clave es la autoestima (amor y respeto a uno mismo) y que deseo que ustedes también puedan decir "prueba superada", de preferencia no hasta los 40 años; que puedan ver su propia belleza desde su esencia y entender que nadie es perfecto pero todos somos valiosos.