Anatomia de la mama tuberosa
La mama está contenida en una bolsa fascial (la fascia superficial) que se continúa con la fascia abdominal o fascia de Camper que, a su vez, tiene dos capas: la superficial y la profunda. Entre la capa superficial y la profunda de la fascia existen unos tractos fibrosos (ligamentos suspensorios de Cooper) que unen ambas capas y que se extienden hasta la dermis de la piel que recubre la mama.
Un hecho a destacar en las mamas tuberosas es la ausencia de la capa superficial de esta fascia en la zona situada bajo la areola, junto con un engrosamiento de la fascia superficial especialmente en el polo inferior de la mama. En las mamas tuberosas existe una banda de constricción, situada periféricamente al complejo areola-pezón, que altera el normal desarrollo de la mama. El resultado final de todo ello es que la mama no puede desarrollarse hacia el polo inferior y, al tener un punto de menor resistencia a nivel de la areola por la falta de esta capa fascial, la glándula en crecimiento se hernia hacia el complejo areola-pezón.
Así pues las diferentes anomalías que se pueden encontrar las podemos concretar en:
- Alteración de la base de implantación de la mama y constricción del surco submamario, que suele estar más elevado y ser más corto.
- Alteración en el crecimiento mamario, que se efectúa de manera preferente en los cuadrantes superiores, con falta de desarrollo de los inferiores, lo que le da el aspecto tubular a la mama.
- Alteración en el tamaño de la placa areolar, que cede bajo la presión de la constricción, dando lugar a una hernia areolar de la glándula.
- Anomalías del volumen mamario, siendo la mayoría hipotróficas, salvo en el grado I.
- Asimetría mamaria, que está presente en más de 2/3 de los casos.
- Anomalía bilateral: las dos mamas son generalmente tuberosas y todos los grados pueden estar asociados.