Tuve un episodio en mi vida de depresión y quería curarme, pues sé que si no me trataba, el próximo paso sería probablemente el suicidio. Fui a psicólogos, psiquiatras, fui a terapias, pero sentía que mi depresión seguía allí, latente.
Seguí buscando y entre una y otra terapia, encontré esta terapia. Yo necesitaba soluciones reales, en poco tiempo y sin gastar una fortuna en tratamientos que no acaban nunca. En casos de pacientes que quieren acabar con su vida como yo, es necesario hacer una intervención terapéutica rápida, eficaz, profunda y con resultados inmediatos, estables y permanentes.
En una sesión de EMDRAP, descubrí mis acontecimientos traumáticos, los reviví, los reprocesé, y me liberé emocionalmente y los comprendí. Y todo esto hace que, de forma automática, se fuera resolviendo rápidamente la patología que me afectaba, y se produjo un cambio profundo y estable en mis emociones, sensaciones y pensamientos; pasando a ser estos mucho más positivos y haciendo que desapareciera mi ideación suicida.
Satisfactoriamente les puedo decir que me curé!!! No estoy haciendo publicidad paga, es mi historia personal. Si estás en una situación parecida, dale una oportunidad a esta terapia.