La verdad es que los episodios de insomnio, aunque sean aislados, son un fastidio. A mí también me suceden a veces, hay días en los que he tardado en dormime horas, precisamente por ponerme a pensar y pensar.
Lo mejor es tratar de centrarse en la respiración, en el cuerpo, y si seguimos pensando hacer algo que nos distraiga, leer o alguna cosa que te haga olvidar los pensamientos.
También a veces afecta la rutina antes de irse a dormir, si hemos estado muy activados, como haciendo ejercicio, delante de la TV o el ordenador, hemos comido hace poco (y más dependiendo de algunos alimentos, como frutas crudas, por ejemplo).
Para la parte del pánico ya no sé decirte, no sé si es más agobio por no poder dormirse o algo más.
Abrazos.