Al-anon
HOLA: Yo también soy familiar de un alcohólico y no me avergüenzo de decirlo, porque reconozco que el alcoholismo es una enfermedad y que hay que tratarlo como tal. Pero reconozco que yo también estoy enferma, porque convivir con una persona aquejada de dicha enfermedad no es fácil, nos volvemos nerviosos, irascibles y siempre estamos pensando en lo peor, nos centramos en el alcohólico y nos olvidamos de nosotros mismos, vivimos la vida del enfermo y pensamos que lo único que nos importa es que deje de beber, nos olvidamos incluso del resto de la familia.
Pero gracias a Al-Anon, que es una hermandad para familiares y amigos de alcohólicos, hoy puedo decir que mi vida ha cambiado por completo, porque ahora puedo centrarme en mí sin olvidarme del alcohólico, empezando por cambiar mi comportamiento sobre él: yo no causé su enfermedad, no puedo controlarla y no puedo curarla, n dejarme chantajear por sus cambios de humor, pues unas veces parece un angel y otras un demonio. Sé que sólo puedo centrarme en mí misma sin estar cambiando continuamente de parecer, unas veces odiandolo y otras queriéndolo. Puedo seguir apoyándolo pero sin controlar cada paso que da, de esta forma yo estoy más tranquila y dejo que él tome sus responsabilidades.
Todo esto lo consigo cada día, cada 24 horas con la ayuda de las reuniones de Al-Anon, y por eso quiero darles las gracias a mis compañeros y al mismo tiempo comunicar a cualquier persona que tenga un familiar o amigo con esta enfermedad que hay esperanza incluso si el alcohólico sigue bebiendo o no. Busca AL-ANON y verás como tú mejorarás. Ánimo