El viernes pasado fui a terapia con el psiquiatra. Como parte de la sesión, me recomendó un par de técnicas de relajación para tratar lo de la ansiedad. Pues bien, me puso a imaginar que tenía una carga, y me dijo que le pusiera forma. La idea era hacer pedazos la carga y tirarla. En lugar de eso, me puse a llorar como Magdalena, me imaginé como una mujer muy pequeña cargando una piedra como bloque grueso, que era al menos tres veces mi tamaño. Le dije al doctor que ya no podía, que era muy pesada. Después imaginé a mis padres y a mi hermano sobre esa piedra, aumentando su peso todavía más. Entonces se me salió decirle al doctor que yo no me quería hacer cargo de ellos, él me preguntó quién te lo pide, le dije que mis padres me piden apoyo y yo no puedo negarme a lo que respondió con la siguiente historia (no la recuerdo bien pero va más o menos así):
Había una vez una princesa que vivía en un castillo con sus padres los reyes. La reina estaba organizando un banquete, por lo cual le pidió ayuda a la princesa, ella se molestó porque eran labores de la reina pero no dijo nada y accedió a ayudarla. Cada vez le pedía más cosas, cosas que sólo podían hacerse con el poder de la reina, todas esas veces la princesa ayudó aunque por dentro sentía que no le correspondía. De pronto, hubo más actividades y la reina le seguía pidiendo que hiciera sus labores. Cada vez era más pesada la carga porque la princesa no tenía los poderes de la reina, así que se mandó a hacer una armadura para resistir el peso. La hicieron de muchas aleaciones, no era muy bonita pero a la princesa le gustó porque podía cargar con ella el doble de la carga que le tocaba. El problema con la armadura era que lastimaba su piel, le hacía daño. Cuando pasó el tiempo, ella no pudo más con esa carga, entonces visitó a un sabio y él preguntó por qué tenía esa armadura, a lo que ella respondió que era para resistir las labores que le había encomendado la reina, a lo que él respondió ¿y quién realiza las labores de la princesa?, ella respondió nadie, a lo que el sabio no dijo nada más.
Me pude tranquilizar una vez que terminó la historia, y me di cuenta de que yo pensaba que ya había definido mi lugar en mi familia. Estoy un poco triste el día de hoy porque comienzo a enfrentarme a mí misma, a ese sentimiendo de cargar con mi familia y sus problemas. Sé que debo aprender cuál es mi rol ahí, debo aprender que hay cosas que simplemente no está en mis manos resolver. Y debo aprender a hacerle frente a los problemas, no evadirlos con comida, con relaciones, con dramas. Yo no soy lo que los demás definen de mí, lo que quieren o lo que esperan. Debo aprender a aceptarme cómo soy, en todos los sentidos y a deshacerme de esa carga, de esa armadura que no me corresponde.
Espero les ayude la historia a mí me quedó muy grabada la pregunta del sabio "¿y quién hace las labores de la princesa?"
¿quién se preocupa por mí?
¿quién va a solucionar mi vida?
¿quién tiene en sus manos su resuperación?
YO.