Mucha suerte , mucha fuerza y mucho ánimo
Las razones para no fumar...
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El tabaco no sólo es malo para la salud sino que, además, es especialmente peligroso cuando un paciente va a ser sometido a algunas intervenciones de cirugía plástica: tanto de carácter estético: el estiramiento de la cara y cuello (lifting) y la cirugía del abdomen (abdominoplastia), como reparadoras: mastectomía subcutánea, reconstrucciones con técnicas microquirúrgicas, etc.
La razón es muy simple: el tabaco, mejor dicho, el humo del tabaco y en concreto la nicotina altera, a través de la sangre, la circulación sanguínea de todo el organismo y, de forma particular, en la piel: un sólo cigarrillo produce 90 minutos de espasmo vascular o contracción de los vasos por lo que disminuye el riego sanguíneo en las zonas afectadas. También, como es lógico, perjudica el fenómeno de la cicatrización.
El tabaco actúa inhibiendo la producción de un vasodilatador orgánico, el óxido nítrico y, por consiguiente, produciendo vasoconstricción tanto en los grandes vasos como en la micro circulación. Para comprender mejor su efecto, podemos decir que actúa de manera contraria a la famosa viagra.
Cabe destacar que otras muchas de las cirugías estéticas que realizamos no son afectadas por éste hábito, siempre que se realicen bajo anestesia local, o local con sedación. En los casos de anestesia general es necesario intubar al paciente y el tabaquismo dificulta el despertar por la aparición de secreciones características de los fumadores.
En principio no exigimos dejar de fumar preventivamente en el lifting superior endoscópico, la blefaroplastia en jóvenes, la rinoplastia convencional, la cirugía de los labios ni de las orejas, la colocación de prótesis malares o de mentón, la lipoescultura, la mamoplastia de aumento, elevación, reducción y ginecomastia.
De todas formas, es importante persuadir a aquellos pacientes que piensan someterse a una de las intervenciones antes citadas, de las complicaciones que trae el hábito de fumar tabaco y que estas pueden ser reducidas al mínimo con tan solo dejar de fumar quince días antes y quince días después.