Espero que te sirva...
Clínicamente se considera el ingreso de la paciente anorexica si esta ha perdido más del 15% del peso corporal o bien su IMC es de 17.5 o inferior, ya que se considera desnutrición severa.
Siendo mayor de edad puedes negarte a ingresar, pero ten en cuenta que si el médico lo considera oportuno pondrá tu caso en manos del juez de guardia y este podrá obligarte a ingresar.
Primero el médico te pesará, te tallará y calculará tu IMC. También te hará un pequeño cuestionario sobre tu alimentación y el ejercicio que haces.
Te mandará hacer analíticas, electrocardiograma, pruebas de la función renal y pruebas para detecta daños en otros órganos.
Seguramente te derivará a la psicóloga y esta valorará en profundidad tu caso, si lo considera oportuno, te enviará a un psiquiatra que será el que te tratará.
En mi casó, padecí anorexia desde los 13 años hasta los 21. Los niño (que a veces son muy crueles) se metían conmigo porque estaba rellenita, recuerdo un par de veces en que intentaron quemarme el pelo y me robaron mi ropa después de una clase de gimnasia en el vestuario de las chicas.
Estas experiencias vividas en el instituto y mis muchos complejos hicieron que cogiera asco a mi cuerpo, cada vez me veía más y más gorda... Fui dejando de comer poco a poco, cada día me pasaba unas 4 horas subiendo y bajando escaleras. Mis padres, preocupados, me llevaron al pediatra y este me derivó a la psicóloga la cual me diagnosticó de anorexia nerviosa y me envió a una psiquiatra. Con la psiquiatra me fue muy bien, recuperé mi peso pero no recuperé mi autoestima, al año esta consideró que ya me había recuperado y dejé la terapia.
Al poco tiempo volví a recaer, y estuve así recayendo y curándome hasta que a los 18 años empeoré. Yo no hacía caso de las recomendaciones de mi psiquiatra, cada vez estaba más y más delgada hasta que llegué a los 30 kg y, mi terapeuta, ante el inminente riesgo de sufrir un paro cardíaco me recomendó ingresar en una clínica. Yo me negué. A las pocas semanas, entré en coma mientras dormía, los médicos no creían que fuera a sobrevivir porque mi estado físico estaba muy deteriorado. Pero salí de ese coma, y al verme toda llena de tubos, atada a una cama, con una sonda que me alimentaba por la nariz y a mis padres sufriendo tanto toqué fondo, Me dí cuenta de que tenía un problema muy grave y que debía de luchar con todas mis fuerzas para salir de la anorexia. Tardé 3 años en salir del pozo, y aún hoy en día no estoy segura de poder cantar victoria.
Porque se que tendré que luchar contra la anorexia cada día de mi vida.