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La tiranía de la moda (leticia alonso)

Última respuesta: 9 de octubre de 2008 a las 19:56
W
wenya_7854231
9/10/08 a las 18:06

LA TIRANÍA DE LA MODA

Los modelos a imitar en estos tiempos cumplen unas condiciones estéticas imposibles de seguir por la mayoría de la humanidad, y es esa búsqueda de "ser como..." lo que lleva a caer en una enfermedad con muy difícil cura. La anorexia y la bulimia no se resuelven con medicamentos, necesitan un tratamiento arduo, lento y mucha paciencia y comprensión. La sociedad aún no entiende la gravedad de la situación y las familias de los afectados se sienten desamparadas ante un sufrimiento que les desborda.

Si miramos hacia las pasarelas veremos modelos con cuerpos perfectos que simbolizan el éxito social. Parece como si únicamente unas medidas determinadas pudieran garantizar el triunfo personal. Hace años, cuando esta enfermedad empezó a adquirir protagonismo, se impuso a los diseñadores españoles no subir a sus pasarelas chicas con menos de una talla 40. La medida podría parecer efectiva, pero si miramos con ojos realistas veremos que ninguna de las modelos ha engordado ni necesita más talla que antes. ¿Cómo es esto posible? Quizás es que no han cambiado las exigencias de talla y cuerpo, sino simplemente se ha cambiado la etiqueta de la ropa. Es muy fácil, donde antes ponía 36, ahora pone talla 40, porque hay que escuchar la Ley, pero a lo mejor no se escucha tanto a la conciencia...

Pero, ¿puede comprar cualquier chica ropa en tiendas como Zara, Mango, Blanco, etc.? Aunque por dinero pueda permitírselo, a veces esto no es suficiente. Estas superficies son el paraíso para una gran mayoría de las adolescentes, pues allí encuentran ropa a la última moda y a un precio muy razonable. El problema viene cuando una chica no cumple los cánones estéticos que esas tiendas consideran normales, y no puede comprarse nada. La talla 44 es ya muy difícil de encontrar en sus estanterías y de aquí para arriba es mejor olvidarse de encontrar algo. Seamos realistas, ¿acaso es tan raro tener una talla 44 ó 46?

En una sociedad cada vez más influenciada por la imagen, una enfermedad relacionada con la estética se convierte en el gran problema de nuestro tiempo. La necesidad de reflexionar es ya una obligación. Todos hemos de mirarnos al espejo, y aguantar su reflejo. Aquellos que estén enfermos deben mirar su imagen reflejada y valorar su autoestima por encima de su cuerpo, y el resto de la sociedad debemos asumir la responsabilidad del problema, porque a lo mejor buscar soluciones en el presente evita las lágrimas en el futuro.



Es un artículo de un periódico electrónico que me ha hecho reflexionar, espero que os sirva de algo...


Ver también

W
wenya_7854231
9/10/08 a las 18:06

LA TIRANÍA DE LA MODA

Los modelos a imitar en estos tiempos cumplen unas condiciones estéticas imposibles de seguir por la mayoría de la humanidad, y es esa búsqueda de "ser como..." lo que lleva a caer en una enfermedad con muy difícil cura. La anorexia y la bulimia no se resuelven con medicamentos, necesitan un tratamiento arduo, lento y mucha paciencia y comprensión. La sociedad aún no entiende la gravedad de la situación y las familias de los afectados se sienten desamparadas ante un sufrimiento que les desborda.

Si miramos hacia las pasarelas veremos modelos con cuerpos perfectos que simbolizan el éxito social. Parece como si únicamente unas medidas determinadas pudieran garantizar el triunfo personal. Hace años, cuando esta enfermedad empezó a adquirir protagonismo, se impuso a los diseñadores españoles no subir a sus pasarelas chicas con menos de una talla 40. La medida podría parecer efectiva, pero si miramos con ojos realistas veremos que ninguna de las modelos ha engordado ni necesita más talla que antes. ¿Cómo es esto posible? Quizás es que no han cambiado las exigencias de talla y cuerpo, sino simplemente se ha cambiado la etiqueta de la ropa. Es muy fácil, donde antes ponía 36, ahora pone talla 40, porque hay que escuchar la Ley, pero a lo mejor no se escucha tanto a la conciencia...

Pero, ¿puede comprar cualquier chica ropa en tiendas como Zara, Mango, Blanco, etc.? Aunque por dinero pueda permitírselo, a veces esto no es suficiente. Estas superficies son el paraíso para una gran mayoría de las adolescentes, pues allí encuentran ropa a la última moda y a un precio muy razonable. El problema viene cuando una chica no cumple los cánones estéticos que esas tiendas consideran normales, y no puede comprarse nada. La talla 44 es ya muy difícil de encontrar en sus estanterías y de aquí para arriba es mejor olvidarse de encontrar algo. Seamos realistas, ¿acaso es tan raro tener una talla 44 ó 46?

En una sociedad cada vez más influenciada por la imagen, una enfermedad relacionada con la estética se convierte en el gran problema de nuestro tiempo. La necesidad de reflexionar es ya una obligación. Todos hemos de mirarnos al espejo, y aguantar su reflejo. Aquellos que estén enfermos deben mirar su imagen reflejada y valorar su autoestima por encima de su cuerpo, y el resto de la sociedad debemos asumir la responsabilidad del problema, porque a lo mejor buscar soluciones en el presente evita las lágrimas en el futuro.



Es un artículo de un periódico electrónico que me ha hecho reflexionar, espero que os sirva de algo...


T
tess_8308278
9/10/08 a las 18:56

solo es mi opinión
El artículo está muy, pero que muy bien. Pero es teoría. El problema es llevar todo eso que se detalla a la práctica.
Por supuesto que es imposible encontrar una talla superior a la 46 en zara o en cualquier otro centro de esos que están tan de moda. Entonces que haces?

La misma sociedad te etiqueta si estas muy delgada, ¡pobre chica es una anoréxica, que pena!, si estas gorda ¡ que pena de chica esta como una vaca!, y no nos preocupenos que si estamos "normal" algún defecto más sacarán. Pero que es normal? Debería ser simplemente sentirnos a gusto con nostros mismos, pero cuando tienes miles de bocas diariamente (tele, radio, prensa, vecinos, amigos) diciendo come esto, viste lo otro, peinate así, es imposible, bueno imposible no, simplemente tienes que quererte a ti mismo, y nuestro problema, o por lo menos el mío es que no me quiero.
Por supuesto que la sociedad no entiende el problema de un trastosno de alimentación. Pienso que es por ser una enfermedad que no necesita una pastilla para curarte, entonces no se asume que es una enfermedad, automáticamente la tachan de un capricho de niñas. El problema es que ese capricho de niñas, en los últimos tiempos lo sufren mujeres y hombres de 30 años. Pensemos entonces porque una mujer "echa y derecha" o un hombre llegan a esos extremos. Es más fácil girar la cabeza y pensar en que voy a hacer de cena hoy.
Aunque en un principio nosotros no tengamos dolores físicos, que después si llegan y son horribles, también estamos enfermos. Aunque no tomemos una pastillita al día, también estamos enfermos, también sufrimos, lloramos y sangramos si nos cortamos.
Deberíamos de concienciarnos que hoy en día las enfermedades psicológicas/psiquicas son también enfermedades, no tontería o caprichos de niñas.
Un beso a todas, mucho ánimo y seguir luchando por salir de este infierno. Aunque lo veamos todo negro, si abres la ventana y dejas ventilar la habitación verás como tarde o temprano entra un hermoso rayo de sol y lo llena todo de colorines.

T
tess_8308278
9/10/08 a las 18:56

solo es mi opinión
El artículo está muy, pero que muy bien. Pero es teoría. El problema es llevar todo eso que se detalla a la práctica.
Por supuesto que es imposible encontrar una talla superior a la 46 en zara o en cualquier otro centro de esos que están tan de moda. Entonces que haces?

La misma sociedad te etiqueta si estas muy delgada, ¡pobre chica es una anoréxica, que pena!, si estas gorda ¡ que pena de chica esta como una vaca!, y no nos preocupenos que si estamos "normal" algún defecto más sacarán. Pero que es normal? Debería ser simplemente sentirnos a gusto con nostros mismos, pero cuando tienes miles de bocas diariamente (tele, radio, prensa, vecinos, amigos) diciendo come esto, viste lo otro, peinate así, es imposible, bueno imposible no, simplemente tienes que quererte a ti mismo, y nuestro problema, o por lo menos el mío es que no me quiero.
Por supuesto que la sociedad no entiende el problema de un trastosno de alimentación. Pienso que es por ser una enfermedad que no necesita una pastilla para curarte, entonces no se asume que es una enfermedad, automáticamente la tachan de un capricho de niñas. El problema es que ese capricho de niñas, en los últimos tiempos lo sufren mujeres y hombres de 30 años. Pensemos entonces porque una mujer "echa y derecha" o un hombre llegan a esos extremos. Es más fácil girar la cabeza y pensar en que voy a hacer de cena hoy.
Aunque en un principio nosotros no tengamos dolores físicos, que después si llegan y son horribles, también estamos enfermos. Aunque no tomemos una pastillita al día, también estamos enfermos, también sufrimos, lloramos y sangramos si nos cortamos.
Deberíamos de concienciarnos que hoy en día las enfermedades psicológicas/psiquicas son también enfermedades, no tontería o caprichos de niñas.
Un beso a todas, mucho ánimo y seguir luchando por salir de este infierno. Aunque lo veamos todo negro, si abres la ventana y dejas ventilar la habitación verás como tarde o temprano entra un hermoso rayo de sol y lo llena todo de colorines.

L
lele_8552898
9/10/08 a las 19:56
En respuesta a tess_8308278

solo es mi opinión
El artículo está muy, pero que muy bien. Pero es teoría. El problema es llevar todo eso que se detalla a la práctica.
Por supuesto que es imposible encontrar una talla superior a la 46 en zara o en cualquier otro centro de esos que están tan de moda. Entonces que haces?

La misma sociedad te etiqueta si estas muy delgada, ¡pobre chica es una anoréxica, que pena!, si estas gorda ¡ que pena de chica esta como una vaca!, y no nos preocupenos que si estamos "normal" algún defecto más sacarán. Pero que es normal? Debería ser simplemente sentirnos a gusto con nostros mismos, pero cuando tienes miles de bocas diariamente (tele, radio, prensa, vecinos, amigos) diciendo come esto, viste lo otro, peinate así, es imposible, bueno imposible no, simplemente tienes que quererte a ti mismo, y nuestro problema, o por lo menos el mío es que no me quiero.
Por supuesto que la sociedad no entiende el problema de un trastosno de alimentación. Pienso que es por ser una enfermedad que no necesita una pastilla para curarte, entonces no se asume que es una enfermedad, automáticamente la tachan de un capricho de niñas. El problema es que ese capricho de niñas, en los últimos tiempos lo sufren mujeres y hombres de 30 años. Pensemos entonces porque una mujer "echa y derecha" o un hombre llegan a esos extremos. Es más fácil girar la cabeza y pensar en que voy a hacer de cena hoy.
Aunque en un principio nosotros no tengamos dolores físicos, que después si llegan y son horribles, también estamos enfermos. Aunque no tomemos una pastillita al día, también estamos enfermos, también sufrimos, lloramos y sangramos si nos cortamos.
Deberíamos de concienciarnos que hoy en día las enfermedades psicológicas/psiquicas son también enfermedades, no tontería o caprichos de niñas.
Un beso a todas, mucho ánimo y seguir luchando por salir de este infierno. Aunque lo veamos todo negro, si abres la ventana y dejas ventilar la habitación verás como tarde o temprano entra un hermoso rayo de sol y lo llena todo de colorines.

Como echaba de menos tus post.....
Este tema me apasiona y podría hablar de él sin parar, aunque reconozco que sin llegar a una única conclusión : Tristemente a la sociedad no la podemos cambiar, pero sí podemos cambiarnos a nosotras, empezar a querernos y aprender a vivir con nuestros defectos y virtudes.....

He rescatado un artículo de hace mucho tiempo que me ha gustado mucho.... aunque tengo que decir que por mucho que he buscado siempre salvo artículos médicos, nunca he encontrado (o quizá uno o dos) artículos que hablen de la parte más improtante de los transtornos de alimentación : LA PARTE PSICOLÓGICA, todos o casi todos hablan de la comida, y del físico....

En primer lugar hay que tener en cuenta lo que supone que una mujer con 180 de estatura tenga una talla 36 y pese 52 kilos. Es algo totalmente antinatural. Aunque esto no nos debe llevar a pensar que todas las modelos sufren trastornos alimenticios. Algunas de ellas, las menos, tienen una constitución delgada por naturaleza. Lo mismo que sucede entre los ciudadanos de a pie. Pero lo lógico y natural es que una mujer de esa altura tenga unas caderas o unas espaldas acorde con su estructura. El intentar luchar contra la propia naturaleza por alcanzar un peso límite, hace que muchas jóvenes se estén jugando diariamente la salud.

En segundo lugar hay que tener en cuenta la cada vez más temprana edad en la que las modelos comienzan a trabajar. Cada vez hay más adolescentes desfilando en un mundo de adultos, niñas de apenas 16 años vestidas y maquilladas como mujeres de 40, vendiéndonos la imagen de que ese cuerpo infantil sin formas de mujer es el ideal de belleza femenino actual. Consecuencias: que un porcentaje demasiado elevado de mujeres "normales" se sienten insatisfechas con su cuerpo. Además, también tiene efectos negativos en las propias modelos que empiezan desde niñas y en las jóvenes en general, ya que los cambios que su cuerpo experimenta con la edad los sufren con angustia y rechazo: no aceptan que su cuerpo se transforme en cuerpo de mujer.

Otro ejemplo que demuestra la imagen tan irreal y antinatural que se está vendiendo a las mujeres y de las mujeres, es la publicidad de las cremas faciales, en las que jóvenes veinteañeras son protagonistas de anuncios con productos cuyo público objetivo son mujeres que les doblan, como mínimo, la edad. Y aunque últimamente han salido a la palestra los nombres de algunas mujeres maduras que prestan su imagen a cremas antiarrugas o maquillajes (Sharon Stone o Andy McDowell), no nos engañemos. Ellas puede que tengan por naturaleza un cutis envidiable, no lo niego: la materia prima la tienen. Pero no hay que olvidar que estas mujeres se dedican exclusivamente a cuidar su imagen porque es su herramienta de trabajo. Ellas no se levantan a las 6 y media, llevan a los niños al colegio, trabajan, los recogen del colegio, llegan a casa, planchan, ponen lavadoras, hacen la comida para el día siguiente, bañan a los niños y los meten en la cama. No. Sobra decir que sus fortunas les permiten tener todo tipo de ayuda para realizar todas estas tareas, invierten muchísimo dinero en esas cremas que vemos en las revistas y que nunca podremos comprar, en masajes de todo tipo, tienen entrenadores personales y gimnasios en sus mansiones y, aunque no hayan pasado por el quirófano, seguramente habrán seguido algún pseudotratamiento como el botox. ¿Por qué nos están vendiendo un modelo imposible?, ¿por qué la sociedad asume con tanta facilidad estos cánones de belleza irreales y antinaturales?, ¿será que el hombre ha conseguido un status de bienestar tal, que para seguir realizándose, necesita abrir otros frentes, como por ejemplo luchar contra la propia naturaleza y su cuerpo porque ya no tiene que luchar por sobrevivir?

Con motivo de la delgadez de las modelos de Cibeles, han salido numerosos rostros que están pidiendo a los diseñadores que sean ellos los que intenten no contratar a chicas tan delgadas. Tampoco es cuestión de señalar ahora a los diseñadores de Cibeles como los únicos culpables. No. La responsabilidad es un cúmulo de circunstancias como moda, publicidad, etc. De nada sirve que en Cibeles desfile una modelo con la talla 38 (que aún, si me permitís, sería demasiado delgada para su altura) si en la tele una joven de 25 anuncia cremas antiarrugas para mujeres de 50 o en las tiendas de moda joven le digan a una clienta (esto le pasó a una servidora) que no les quedaban tallas grandes (se referían a una talla 40).

Las mujeres tenemos que ser las primeras en luchar contra la utilización del género femenino como ejemplo de unos cánones de belleza imposibles que nos convierten en esclavas de nuestros cuerpos. ¿Por qué se niegan las formas femeninas?, Sorprendentemente la mayoría de los hombres afirma que les gustan las mujeres con formas, en lenguaje popular: con culo y tetas. Pero luego la realidad es que las modelos no son así y triunfan. Algo falla. O alguien miente

Tampoco sirve de mucho que los representantes de Cibeles se defiendan diciendo que la talla utilizada era la 38. ¿Quién no ha tenido tallas diferentes según las tiendas y con el mismo peso? Yo misma, sin ir más lejos, he llegado a tener tres tallas diferentes según la tienda y con el mismo peso. Y además tengo que decir que en la tienda de un famoso diseñador español necesitaba la talla más grande de las tres porque la ropa era muy pequeña. Así que nada sirve que digan que tienen la tallas 38 porque, por lo visto, pueden etiquetar como les venga en gana. Debería ser el Estado quien regulara el tema de las tallas para que todas los establecimientos tengan la misma numeración para las mismas medidas y también para que se amplíen las tallas que deba ofrecer un establecimiento ¿por qué son pocos los que ofrecen tallas a partir de la 44 cuando una 46 no es una talla tan grande?

Así que, seamos sensatos: miremos a nuestro alrededor, a la mujer, amemos sus formas, no creemos un modelo imposible que convierta a las mujeres normales en seres descontentos e infelices porque no pueden alcanzar el ideal de belleza que se nos ha impuesto. Yo apelo al espíritu de Marilyn.

(Susana Arbizu)


Espero seguir leyendo post tuyos que siempre me han encantado y me han hecho reflexionar

L
lele_8552898
9/10/08 a las 19:56
En respuesta a tess_8308278

solo es mi opinión
El artículo está muy, pero que muy bien. Pero es teoría. El problema es llevar todo eso que se detalla a la práctica.
Por supuesto que es imposible encontrar una talla superior a la 46 en zara o en cualquier otro centro de esos que están tan de moda. Entonces que haces?

La misma sociedad te etiqueta si estas muy delgada, ¡pobre chica es una anoréxica, que pena!, si estas gorda ¡ que pena de chica esta como una vaca!, y no nos preocupenos que si estamos "normal" algún defecto más sacarán. Pero que es normal? Debería ser simplemente sentirnos a gusto con nostros mismos, pero cuando tienes miles de bocas diariamente (tele, radio, prensa, vecinos, amigos) diciendo come esto, viste lo otro, peinate así, es imposible, bueno imposible no, simplemente tienes que quererte a ti mismo, y nuestro problema, o por lo menos el mío es que no me quiero.
Por supuesto que la sociedad no entiende el problema de un trastosno de alimentación. Pienso que es por ser una enfermedad que no necesita una pastilla para curarte, entonces no se asume que es una enfermedad, automáticamente la tachan de un capricho de niñas. El problema es que ese capricho de niñas, en los últimos tiempos lo sufren mujeres y hombres de 30 años. Pensemos entonces porque una mujer "echa y derecha" o un hombre llegan a esos extremos. Es más fácil girar la cabeza y pensar en que voy a hacer de cena hoy.
Aunque en un principio nosotros no tengamos dolores físicos, que después si llegan y son horribles, también estamos enfermos. Aunque no tomemos una pastillita al día, también estamos enfermos, también sufrimos, lloramos y sangramos si nos cortamos.
Deberíamos de concienciarnos que hoy en día las enfermedades psicológicas/psiquicas son también enfermedades, no tontería o caprichos de niñas.
Un beso a todas, mucho ánimo y seguir luchando por salir de este infierno. Aunque lo veamos todo negro, si abres la ventana y dejas ventilar la habitación verás como tarde o temprano entra un hermoso rayo de sol y lo llena todo de colorines.

Como echaba de menos tus post.....
Este tema me apasiona y podría hablar de él sin parar, aunque reconozco que sin llegar a una única conclusión : Tristemente a la sociedad no la podemos cambiar, pero sí podemos cambiarnos a nosotras, empezar a querernos y aprender a vivir con nuestros defectos y virtudes.....

He rescatado un artículo de hace mucho tiempo que me ha gustado mucho.... aunque tengo que decir que por mucho que he buscado siempre salvo artículos médicos, nunca he encontrado (o quizá uno o dos) artículos que hablen de la parte más improtante de los transtornos de alimentación : LA PARTE PSICOLÓGICA, todos o casi todos hablan de la comida, y del físico....

En primer lugar hay que tener en cuenta lo que supone que una mujer con 180 de estatura tenga una talla 36 y pese 52 kilos. Es algo totalmente antinatural. Aunque esto no nos debe llevar a pensar que todas las modelos sufren trastornos alimenticios. Algunas de ellas, las menos, tienen una constitución delgada por naturaleza. Lo mismo que sucede entre los ciudadanos de a pie. Pero lo lógico y natural es que una mujer de esa altura tenga unas caderas o unas espaldas acorde con su estructura. El intentar luchar contra la propia naturaleza por alcanzar un peso límite, hace que muchas jóvenes se estén jugando diariamente la salud.

En segundo lugar hay que tener en cuenta la cada vez más temprana edad en la que las modelos comienzan a trabajar. Cada vez hay más adolescentes desfilando en un mundo de adultos, niñas de apenas 16 años vestidas y maquilladas como mujeres de 40, vendiéndonos la imagen de que ese cuerpo infantil sin formas de mujer es el ideal de belleza femenino actual. Consecuencias: que un porcentaje demasiado elevado de mujeres "normales" se sienten insatisfechas con su cuerpo. Además, también tiene efectos negativos en las propias modelos que empiezan desde niñas y en las jóvenes en general, ya que los cambios que su cuerpo experimenta con la edad los sufren con angustia y rechazo: no aceptan que su cuerpo se transforme en cuerpo de mujer.

Otro ejemplo que demuestra la imagen tan irreal y antinatural que se está vendiendo a las mujeres y de las mujeres, es la publicidad de las cremas faciales, en las que jóvenes veinteañeras son protagonistas de anuncios con productos cuyo público objetivo son mujeres que les doblan, como mínimo, la edad. Y aunque últimamente han salido a la palestra los nombres de algunas mujeres maduras que prestan su imagen a cremas antiarrugas o maquillajes (Sharon Stone o Andy McDowell), no nos engañemos. Ellas puede que tengan por naturaleza un cutis envidiable, no lo niego: la materia prima la tienen. Pero no hay que olvidar que estas mujeres se dedican exclusivamente a cuidar su imagen porque es su herramienta de trabajo. Ellas no se levantan a las 6 y media, llevan a los niños al colegio, trabajan, los recogen del colegio, llegan a casa, planchan, ponen lavadoras, hacen la comida para el día siguiente, bañan a los niños y los meten en la cama. No. Sobra decir que sus fortunas les permiten tener todo tipo de ayuda para realizar todas estas tareas, invierten muchísimo dinero en esas cremas que vemos en las revistas y que nunca podremos comprar, en masajes de todo tipo, tienen entrenadores personales y gimnasios en sus mansiones y, aunque no hayan pasado por el quirófano, seguramente habrán seguido algún pseudotratamiento como el botox. ¿Por qué nos están vendiendo un modelo imposible?, ¿por qué la sociedad asume con tanta facilidad estos cánones de belleza irreales y antinaturales?, ¿será que el hombre ha conseguido un status de bienestar tal, que para seguir realizándose, necesita abrir otros frentes, como por ejemplo luchar contra la propia naturaleza y su cuerpo porque ya no tiene que luchar por sobrevivir?

Con motivo de la delgadez de las modelos de Cibeles, han salido numerosos rostros que están pidiendo a los diseñadores que sean ellos los que intenten no contratar a chicas tan delgadas. Tampoco es cuestión de señalar ahora a los diseñadores de Cibeles como los únicos culpables. No. La responsabilidad es un cúmulo de circunstancias como moda, publicidad, etc. De nada sirve que en Cibeles desfile una modelo con la talla 38 (que aún, si me permitís, sería demasiado delgada para su altura) si en la tele una joven de 25 anuncia cremas antiarrugas para mujeres de 50 o en las tiendas de moda joven le digan a una clienta (esto le pasó a una servidora) que no les quedaban tallas grandes (se referían a una talla 40).

Las mujeres tenemos que ser las primeras en luchar contra la utilización del género femenino como ejemplo de unos cánones de belleza imposibles que nos convierten en esclavas de nuestros cuerpos. ¿Por qué se niegan las formas femeninas?, Sorprendentemente la mayoría de los hombres afirma que les gustan las mujeres con formas, en lenguaje popular: con culo y tetas. Pero luego la realidad es que las modelos no son así y triunfan. Algo falla. O alguien miente

Tampoco sirve de mucho que los representantes de Cibeles se defiendan diciendo que la talla utilizada era la 38. ¿Quién no ha tenido tallas diferentes según las tiendas y con el mismo peso? Yo misma, sin ir más lejos, he llegado a tener tres tallas diferentes según la tienda y con el mismo peso. Y además tengo que decir que en la tienda de un famoso diseñador español necesitaba la talla más grande de las tres porque la ropa era muy pequeña. Así que nada sirve que digan que tienen la tallas 38 porque, por lo visto, pueden etiquetar como les venga en gana. Debería ser el Estado quien regulara el tema de las tallas para que todas los establecimientos tengan la misma numeración para las mismas medidas y también para que se amplíen las tallas que deba ofrecer un establecimiento ¿por qué son pocos los que ofrecen tallas a partir de la 44 cuando una 46 no es una talla tan grande?

Así que, seamos sensatos: miremos a nuestro alrededor, a la mujer, amemos sus formas, no creemos un modelo imposible que convierta a las mujeres normales en seres descontentos e infelices porque no pueden alcanzar el ideal de belleza que se nos ha impuesto. Yo apelo al espíritu de Marilyn.

(Susana Arbizu)


Espero seguir leyendo post tuyos que siempre me han encantado y me han hecho reflexionar

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