Testimonio

Niños veganos y felices
por Kathy Snow Guillermo
Cuando mi hija Jilly era una bebita, nunca sufrió de cólicos, infecciones a los oídos o gripe. Mi hijito Dash es un bebito que sigue el ejemplo de su hermana. Mis amistades creen que tengo suerte, pero el secreto está en lo que mis hijos comen. Cuando te deshaces de las carnes, los productos lácteos y los huevos, es casi seguro que la consecuencia es una buena salud.


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La decisión de criar a mis hijos con una dieta vegana escandalizó a mi familia. Se enfermarán y estarán flacuchos, me advirtieron. La verdad, sin embargo, es que mis hijos empezaron su vida mucho mejor que la mayoría de los niños. Pero confieso que, al principio, hubo momentos en los que tuve dudas. Es cierto que yo había sido vegetariana por varios años pero, por algún motivo, pensaba que los niños eran diferentes. La lista de enfermedades entre adultos, a raíz de dietas basadas en la carne y los productos lácteos, parece un Salón de la Fama de asesinos: enfermedades del corazón, cáncer, alta presión sanguínea, apoplejías ... Pero ¿qué pasa con los bebés? La respuesta me dejó helada: el consumo de leche ha sido relacionado con el asma, las alergias, hemorragias intestinales incluso diabetes juvenil.
Cuando mi hija empezó a ingerir alimentos sólidos, mi doctor dijo Mézclale la carne con frutas para esconderla. A los bebés no les gusta la carne. Les sabe a muerto . Sin embargo, la nutricionista que consulté me confirmó lo que yo ya había averiguado: los niños no sólo no necesitan productos animales, sino que ¡están mucho mejor sin ellos! Ella me dio confianza y algunas instrucciones fáciles:

Los niños que son amamantados son más felices y saludables que los que son alimentados con fórmulas. La mayoría de los bebés que sufren de llantos interminables y de la incomodidad de los cólicos son alimentados con fórmulas basadas en productos lácteos. A través de mi leche materna, a mis hijos les pasé protección contra las enfermedades. Y, como soy vegana, no les pasé los pesticidas que se acumulan en los músculos y tejidos grasos de los animales. Incluso reduje los peligros de SMSI (Síndrome de Muerte Súbita Infantil), que tiende a ocurrir más entre los niños alimentados con fórmulas.

Si no quieres amamantar a tu hijo, considera que las fórmulas
hechas con soja son más fáciles de digerir para los niños que la leche de
vaca. Estas fórmulas se consiguen en forma líquida y en polvo.

Mis hijos nunca tuvieron problemas de proteínas, calcio o hierro.
Demasiada proteína, en realidad, causa que el cuerpo pierda calcio, así que beber leche de vaca es una de las maneras menos efectivas para fortalecer el cuerpo.

Mi hija ahora tiene seis años de edad. Es alta, fuerte y atlética. A los 18 meses de edad ya jugaba al fútbol y a los tres años tomaba una clase de danza. Nunca sufrió de bronquitis o garganta inflamada. Y su hermanito está subiendo de peso a un ritmo que asombra a los médicos.

Además, mi hija es lo suficientemente grande como para entender que una hamburguesa alguna vez fue una vaca, y que una pata de pollo viene de una gallina. Ella se siente bien al saber que está haciendo su parte para detener la crueldad contra los animales.


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Para los sistemas digestivos de los bebés, las fórmulas lácteas hechas con soja son mejores que la leche de vaca.




¿Qué pasa a largo plazo con los niños veganos?
Los niños que tienen una dieta principalmente a base de vegetales, frutas, granos y legumbres, y consumen una cantidad adecuada de calorías, no solamente crecen normalmente sino que, en realidad, lo hacen más rapido que los niños que comen carne.