Mi propia experiencia

Buenas tardes,

la verdad es que me decido a escribir un mensaje en este foro después de una charla que mantuve ayer con un amigo que me contaba auténticas barbaridades sobre dietética y alimentación en general. Algunas frases lapidarias como "No asimilas mejor las grasas de los hidratos de carbono cuando duermes" me hicieron recapacitar.

En fín, os pondré en situación. Soy un chico de 25 años. Mi peso "ideal", según mi endocrino ronda los 98 kilos. En diciembre del año pasado rondaba los 156 kilos. Ahora mismo peso unos 115. ¿Un ligero cambio, no?

¿Cómo lo he conseguido? ¿Dónde está el truco mágico? Pues no lo hay, sinceramente. Creo que deberíamos concienciarnos de que es tan sencillo como llevar una vida sana y equilibrada, dejar de un lado esos hábitos que creemos totalmente arraigados y que, realmente, no son difíciles de dejar de lado si uno se conciencia.

Lo cierto es que, allá cuando me decidí a cambiar el rumbo que llevaba en cuanto a mi peso, no me encontraba en una situación especialmente buena. Hacía unos 4 meses que había roto una relación duradera, me había acostumbrado a quedarme quieto en un sofá con un amigo cenando pizzas, hamburguesas y cantidades desorbitadas de dulces, y me sentía bastante inseguro conmigo mismo. Digamos que, después de Navidad me dije eso de "año nuevo, vida nueva". Yo no quería seguir así, quería cambiar el rumbo que habían tomado las cosas. Y me di cuenta que era yo, y sólo yo, el que podía cambiar el panorama. Nadie ni nada me impedía empezar una vida sana. Ninguna persona estaba en mi casa hinflándome de comida o atándome a la cama para no salir a dar una vuelta. Decidí visitar a un endocrino y empecé a tomar una nueva actitud ante la vida.

Algo simple. A mi me ha ido bien y me siento feliz. ¿Algunos consejos? Seguro que los sabéis, pero no está de mal leerlos de vez en cuando para tenerlo claro:

- Antes de nada, visita a un endocrino. Un exceso de peso como el de mi caso va más allá de la estética. Es una cuestión de salud. Es muy recomendable, por no decir imprescindible, tener a un especialista que pueda llevar a cabo unos controles para saber que estamos bajando peso de manera saludable.

- No sigas un regimen específico. Tuve la suerte de encontrar un endocrino con bastante sentido común. En principio, una persona no debería tener problemas para perder peso si lleva a cabo una alimentación equilibrada. Y tú también debes tener sentido común. Sabes perfectamente que una buena ensalada, un arroz con pollo o un caldo de verduras son comidas sanas. También lo es un filete a la plancha, o un filete de pescaso. Una pizza, unas patatas fritas, la coca cola... no son alimentos recomendables para una dieta diaria equilibrada. Ten cabeza a la hora de elegir lo que comes, porque sabes perfectamente lo que te viene bien y lo que no. E intenta mantener aproximadamente un porcentaje bajo de grasas en tu alimentación, ya que ahora mismo te sobran y están almacenadas en tu cuerpo.

- Muévete. Todos los días. No hace falta que te machaques en un gimnasio o que dediques 5 horas diarias a andar (aunque si lo haces y tu cuerpo no se resienta, no tiene porque ser malo). Pasear durante una hora, pasarse media hora nandando o en una bicicleta son actividades que mejorarán tu humor, te harán sentirte más vivo y ayudarán a eliminar progrsiva y constantemente la grasa que le sobra a tu cuerpo. Ten en cuenta que correr, aunque sea una actividad aeróbica, puede desgastar tus articulaciones.

- No vivas en constante obsesión con una báscula. Si cada uno o dos meses vas a visitar a tu endocrino durante tu plan de pérdida de peso, que sea él el que controle tus kilos. De un día a otro podemos ganar o perder algún kilo por una simple cuestión de líquidos o partes de alimentos que no hayamos expulsado por las heces o la orina. Incluso cada semana puede resultar poco tiempo. Sin embargo, si espaciamos más el tiempo con el que nos pesamos, sí que veremos que hay una progresión hacia lo que queremos conseguir. En caso de que no la haya y, siempre y cuando hayamos seguido los pasos anteriores, será el endocrino el que pueda comprobar, a través de analíticas, lo que está sucediendo.

- No te prives en un momento dado. Si un día vas a salir con tus amigos de cena, no es necesario que te prives de nada. Intenta, eso sí, comer con moderación. Según pasa el tiempo te darás cuenta de que no necesitas todas esas cantidades de comida que engullías antes para saciarte.

- Intenta tomarte las cosas de manera positiva. Según pase el tiempo te sentirás mejor, con más ánimo y afrontarás las cosas de manera positiva. Te sentirás mejor contigo mismo.

Bueno... espero que estos consejitos y mi experiencia personal os puedan servir como guía. Y, recordar, cualquier día es bueno para que las cosas empiecen a cambiar