Me he liberado
Me he liberado porque llevaba medio año engañando a mi familia y a mi novio, pues ellos se creían que había dejado de fumar. Pero yo me las apañaba de cualquier forma para fumar a escondidas. Me sentía avergonzada de las cosas que era capaz de hacer por fumar. Un ejemplo era que cada vez que salía con mi novio, le decía que tenía que ir al baño y allí me fumaba por lo menos medio cigarro desesperada, o le decía que no hacía falta que me acompañara a casa para así poder fumar. Otras veces incluso provocaba que las discusiones pasasen a mayores para coger y irme a mi casa y por el camino poder fumar. Cuando quedaba con mis amigas siempre le decía que era mejor que no viniese porque no era plan, y así poder fumar. En mi casa me esperaba hasta las tantas de la madrugada para que se acostara toda mi familia y poder salir a la ventana muerta de sueño y fumarme un cigarro corriendo el riesgo de que se levantaran y me pillaran. A todo esto tengo 27 años, pero me encontraba como una niña fumando a escondidas. Como casi no tenía oportunidad de fumar, sólo me fumaba como unos dos o tres cigarros al día, y claro, así tan agusto, sin preocuparme demasiado por la salud ni por el dinero. Pero comencé a trabajar en julio y entonces allí empecé a fumar más hasta llegar a 10 cigarros diarios. Entonces hacía tiempo que me sentía muy mal por estar engañando durante tanto tiempo a los míos, porque a mí no me gusta mentir en nada y al ver que trabajando iba a aumentar mi consumo, decidí que tenía que dejar de fumar de una vez por todas y acabar con la esclavitud de estar a escondidas y las mentiras y fijé como fecha el día de mi cumpleaños. Desde entonces, el 7 de septiembre, no he vuelto a fumar y me he sentido liberada moralmente sobre todo. Lo había intentado varias veces y sin resultado, pero ahora con la carga de culpabilidad que tenía y el peso de los años fumando (14 años), por fin lo estoy consiguiendo. En el trabajo todo el mundo fuma y bastante. Además yo me junté desde el principio con la gente fumadora, como suelo pasar, y claro, todo me resultó más duro al principio. Después pasé a un estado muy extraño de una mezcla de bienestar conmigo misma de liberación de la mentira hacia las personas que quiero, y a la vez como de melancolía, cambio de vida... Llevo más de un mes y últimamente hay días en los que me estoy viendo en peligro, pues mi mente ha vuelto a intentar engañarme para volver a caer y que se me pase este estado como de ¿depresión? Pero no puedo estropearlo ahora. Necesito que me aconsejeis y leer vuestras experiencias. Gracias
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Agradezco tus ánimos
La verdad es que sí que hay que ser fuerte para resistirse a la tentación. Claro que hemos dominado el mono. La adicción física la hemos vencido, es lo más fácil. Ahora queda lo psicológico que eso, es de cada uno. Aquí juega un papel muy importante las razones por las que uno verdaderamente ha dejado de fumar. Otras veces que lo había intentado era porque mi novio quería que lo dejásemos juntos, o porque me preocupaba por la salud, pero claro, al final fracasaba porque en el primer caso yo no quería dejarlo realmente y pensaba "pues si quiere dejarlo que lo deje él y a mí me deje en paz" y en el caso de la preocupación por la salud, decía: "pues fumo menos y así no pasa nada", pero al final vuelves a consumir lo de siempre, es decir, lo que te pide el cuerpo. Así que esta última vez, hubiera podido pensar en reducirlo y seguir fumando como máximo 3, pero yo sé, por experiencia, que terminaría fumando más, y eso lo tengo muy claro, y si no, me estaría engañando. Así que el engaño de reducir, ya no cuela! Por otra parte, últimamente me sentía mal fumando delante de la gente no fumadora. Me sentía una persona débil, casi como una drogadicta. Debe ser por lo serios que se están poniendo con el tema y la concienciación, los anuncios, no sé. Me estaba sintiendo como una enferma que necesitaba la dosis. Y por otra parte y la más importante, estaba el peso de la mentira. Mi conciencia no me dejaba tranquila. Sí yo soy clara y transparente en todo lo demás, por qué el tabaco me había convertido en la mayor mentirosa hacia las personas que más quiero. Y hasta cuando iba a durar la mentira. Temía el día que se descubriese todo, me hubiera muerto de verguenza. Así que esto, junto con el pensar que llevaba 14 años fumando y que todo se va acumulando y pasará factura, decidí dar el gran paso. Una cosa inimaginada por mí, que me había resignado a fumar de por vida, incluso asumiendo el riesgo de morir por ello. Parece mentira qué droga más potente es el tabaco y lo que eres capaz de hacer. Te anula la personalidad por completo. Tus acciones dependen del tabaco en gran medida. Todo lo planificas para poder tomar tu dosis. Lo que también me anima es que sé que si hubiera seguido fumando, dentro de poco lo hubiera pasado peor en cuanto a presión social, porque me parece que las cosas se van a poner muy feas en cuanto al tema, y el fumar en el siglo XXI va a ser como tener la peste en el siglo XIV. Eso nos va a dar ánimo para pensar, ¡Uf! menos mal que yo ya no tengo ese problema y estoy libre! Tenían que habernos concienciado más desde hace muchos años y sobre todo avisar de lo difícil que sería desengancharse. ¡Qué cabrones, nos han engañado! Por eso mismo tenemos que darles en las narices a los responsables de tal engaño y que se metan su droga-veneno por donde les quepa! Perdona mis expresiones, pero es que me cabrea mucho el tema, y que nadie me diga: "pues no haber empezado a fumar, si lo has hecho es porque has querido". Nos han engañado a todos y no nos han dejado demasiada elección. Y toda la gente que queda por abrir los ojos y darse cuenta del engaño. Ánimo amiga, que estamos juntas en la lucha contra el engaño y contra los que se han enriquecido a costa de nuestra salud física y mental y no nos advirtieron de lo difícil que iba a ser el dejar de consumir.
