Si te preguntas qué es la libido o lo sabes pero tienes muchas dudas sobre ella, esto te interesa. Para empezar, debes saber que la libido es el deseo sexual. Sobre la intensidad del mismo intervienen diferentes factores, tanto físicos como psicológicos: el estilo de vida, la educación, las hormonas, las fantasías, los sentimientos, etc.
Cuando el deseo está en su cumbre, provoca una excitación física. ¿Quieres saber a qué se debe esto? ¡Descubre aquí todo lo que debes saber sobre la libido femenina!
La libido según Sigmund Freud y Carl Gustav Jung
A pesar de la sencilla definición que te hemos dado sobre la libido al inicio, lo cierto es que estos dos psiquiatras desarrollaron el concepto de una forma mucho más completa durante su carrera.
En el caso de Sigmund Freud, la libido es el afecto que está relacionado con una determinada pulsión. En sus primeros trabajos fue definido desde un punto de vista únicamente sexual, pero más adelante relacionó el concepto a la energía vital y productiva del ser humano.
Carl Gustav Jung, por su parte, en ningún momento consideró a la libido eminentemente sexual, sino que la definió como una energía vital amplia e indiferenciada. De esta forma la libido puede relacionarse con otras funciones y sectores que no tienen nada que ver con la sexualidad.
La influencia de las hormonas en la libido
Las hormonas del deseo son los estrógenos y la testosterona, producida por los ovarios. Las fluctuaciones hormonales, particularmente en el transcurso del ciclo menstrual, influyen particularmente sobre la intensidad del deseo femenino. De esta forma, pueden provocar un aumento o una disminución del mismo.
Durante los días que preceden a la ovulación, nuestro cuerpo registra un pico de estrógenos, por lo que nuestra libido está en su apogeo (salvo en las mujeres que toman anticonceptivos, por supuesto). En cambio, tras el parto, segregamos prolactina, una hormona antideseo. Esto explica que, a menudo, se produzca una disminución de las relaciones sexuales después de un embarazo, lo cual puede plantear problemas en numerosas parejas.
Factores psicológicos que afectan a la libido
El cerebro tiene mucho poder sobre la excitación sexual. Tener una mente abierta no tiene nada que ver con la edad física, influye más en la edad sexual. Esto es una actitud, depende de como lleves tus relaciones sexuales, si te gusta experimentar y probar cosas nuevas serás una persona joven en lo que a sexo se refiere, si te aburre el tema o cada vez tienes menos ganas, ¡has envejecido! ¿Sabes cuál es tu edad sexual? ¡Descúbrelo con este test!
Deseo sexual con los años
La libido aumenta con el tiempo y, sobre todo, con la experiencia. La madurez sexual se sitúa hacia los 35 años. Con la menopausia, el índice de estrógenos disminuye, los ovarios generan menos testosterona.
Pero, como los factores psicológicos también intervienen, el deseo no desciende forzosamente: las mujeres, al tener más tiempo para pensar en ellas y en su pareja, conceden un mayor espacio a su vida sexual. Esto se pueden traducir en un aumento del placer durante la relación sexual y, por tanto, mayor apetito.
Los trastornos del deseo sexual
Suele pasar que un problema de salud, un medicamento, el estrés, el cansancio o incluso una dificultad en el seno de la pareja acaban bloqueando el deseo. Esta baja de la libido a menudo es pasajera. En cambio, si el problema persiste en el tiempo, no dudes en hablarlo con tu pareja y en consultar a un especialista, que podrá ayudarte a encontrar el origen del bloqueo.
También debes tener en cuenta que muchas veces, aunque apetezca menos, es posible volver a activar el deseo a través de la práctica. Prueba a autoexplorarte, a masturbarte, a redescubrir tus zonas erógenas... A continuación te damos más consejos que pueden ayudarte. Por supuesto, no se trata de forzarse, la intensidad de la libido no siempre tiene por qué ser la misma y hay que saber escucharse en cada situación.
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