Son muchos los motivos que te pueden llevar a someterte a un implante de prótesis mamarias.
Pero aquí voy a exponer información que los cirujanos no te van a decir a menos que preguntes, y que deberías saber antes de decidir operarte.
Los implantes no son de por vida. Normalmente se ofrece garantía de por vida, pero esto significa que te las cambian sin cobrarte por las prótesis.
Tienen una vida media de 8 a 10 años, por lo que te vas a tener que someter a una operación cada 8-10 años, para cambiar de prótesis, con los riesgos que ello conlleva para tu salud y tu vida, tanto si te viene bien económicamente como si no, y si estás bien de salud en ese momento como si no. Planteate si estás dispuesta a someterte a una operación cada 10 años por motivos estéticos. Alargar este tiempo puede conllevar encapsulamiento o roturas de las prótesis.
La FDA ha encontrado una posible relación entre los implantes salinos y de silicona con una forma de cáncer (que no es muy común) conocida como Linfoma Anaplástico de Células Grandes (LACG).
Este tipo de cáncer afecta la piel y los ganglios linfáticos y se desarrolla en el tejido de cicatrización que crece alrededor del implante.
Medita los pros y contras, y si te las vas a poner con fines estéticos, piensa si realmente tu complejo es tan grande como para arriesgarte.
No todo es tan bonito como lo pintan. Al fin y al cabo, se trata de un negocio en que el objetivo es vender.
