La mía... negativa
Me lo recetó el médico y al principio muy bien. Me calmaba las ansias por comer (que es mi principal problema) y me sentía llena antes de acabar los platos. Sólo sentí un efecto secundario: el sabor de las comidas lo notaba diferente (algo muy leve, pero se nota). Leí en el prospecto que era un efecto dentro de lo normal y no le dí importancia. He estado tomándolo durante 2 meses y he tenido que dejarlo porque sí se me manifestó otro efecto: depresión y ansiedad.
Empecé con lo que yo creía que era una época de esas más flojas que todos tenemos y cada vez fue a peor. Fue gradualmente, así es que cuando me di cuenta de verdad es cuando empezaron los ataques de ansiedad y mi marido me decía que estaba super irritable y que apenas se podía razonar conmigo. Y todo esto sintiéndome triste, desganada...
Hablé con el médico y le dije que dejaba las pastillas y la dieta durante un tiempo. En una semana recuperé mi sentido del gusto tal como era antes y, lo más importante, mi estado de ánimo normal.
Hasta ahí bien, lo malo es que además se ha producido una reacción de rebote y he estado como un mes comiendo de forma compulsiva porque tenía hambre prácticamente a todas horas. Cómo no, he engordado.
Dicen que estos efectos están controlados, que no les pasa a todos... sí, vale, LO QUE SEA, pero que me han pasado a mí no puedo negarlo. Así es que, con todo el dolor del mundo porque era una pasada poder hacer la dieta sin tener un hambre canina, debo decir que no sólo me fue fatal sino que jamás se me volverá a ocurrir tomar nada de ese estilo y que no lo recomiendo en absoluto.
Hija, siento que mi experiencia suene tan negativa, pero es lo que me ha sucedido. En fin.
