Los científicos descubrieron a través de un estudio de tres semanas de 10 voluntarios hospitalizados que durante el periodo de dos semanas de una dieta baja en carbohidratos con un estricto control los participantes perdieron una media de casi 1,5 kilogramos. Los voluntarios redujeron su consumo de 3.111 a 2.164 calorías por día y no comieron más de las grasas y proteínas disponibles para compensar los carbohidratos perdidos.
Durante la primera semana de estudio los participantes, que eran obesos y padecían diabetes tipo 2 leve, comieron una dieta regular en la que podían haber comido cualquier cosa tanto como hubieran querido. Comieron sobre unas 3.000 calorías y 300 gramos de carbohidratos por día y permanecieron en su peso.
En las siguientes dos semanas, cuando se restringió a 20 gramos de carbohidratos por día, como especifica la dieta de inducción de Atkins, y a pesar de tener comidas con proteínas y grasas disponibles, los participantes voluntariamente comieron 1.000 calorías menos por día, un consumo de calorías considerado apropiado para su altura.
El azúcar en sangre de los participantes mejoró durante la dieta baja en carbohidratos, con mejor sensibilidad a la insulina y niveles más bajos de colesterol y triglicéridos.
Conclusiones del estudio
Según los científicos, con este estudio han probado que las personas pierden peso con la dieta Atkins porque comen menos, es decir, consumen menos calorías y no porque se aburran con la dieta o pierdan líquidos corporales o porque las calorías de los carbohidratos sean tratadas de forma diferente por el cuerpo que las calorías de la grasa o de las proteínas.
Según Guenther Boden, uno de los principales investigadores del estudio, los participantes pasaron de una ingesta calórica excesiva a una ingesta normal en función de su peso y estatura cuando se redujeron los carbohidratos. Esto indica, continúa Boden, que son los carbohidratos los que estimulaban el apetito excesivo.
Boden señala que si se quiere perder peso se tiene que disminuir el consumo de comida o aumentar la actividad física. Ayuda saber, prosigue Boden, que los carbohidratos hacen más difícil reducir la ingesta de comida, por lo que reducir los carbohidratos, al menos a cierto nivel, ayudará a mantener baja la ingesta calórica. El científico señala que con menos carbohidratos las personas comerán menos calorías totales por día.