Me siento agotada, me siento decepcionada,
me siento débil, me siento derrotada.
Estoy encerrada y no puedo salir,
día y noche pienso que la vida
antes no era sí.
***
No sé ustedes, pero me siento decepcionada por mi poca condición que tengo para salir de esta enfermedad. He pensado en tirar la toalla y ya no luchar. Quizás sería mejor ya no intentarlo, pues qué más da, siempre me quedo a la mitad del camino.
Cada vez que me miro al espejo me molesta verme gorda y fea. No ha servido de nada mi alimentación, mi ejercicio, mis esfuerzos. Nada es suficiente.
Siento un hueco y un vacío en el pecho.
Quisiera sanar, quisiera despertar un día sin dejar de pensar cuántas calorías voy a consumir, cuánto ejercicio voy a hacer, cómo me voy a vestir, mirarme al espejo y gustarme. Quitarme una chamarra o un saco con la confianza de que me veo bien. Usar cualquier color, cualquier tela, cualquier blusa, sin temor alguno. Ya no soy libre de pensamiento, ya no vivo en paz, cada día es una lucha que no sé si podré triunfar.
Ahora no solo estoy enferma sino que también me siento rechaza por el amor, pues nadie se me acerca. Soy indiferente para el sexo opuesto, soy transparente, soy fea, soy rara, soy extraña, soy un cero a la izquierda y nadie del sexo opuesto desea estar conmigo, pues ¿habiendo chicas bonitas y sanas quién rayos se va a fijar en mí?
Muchos dicen que si no me quiero nadie me querrá, pero cómo quererme si por más que me esfuerzo todo lo hecho a perder, yo soy la que me hago daño y no puedo parar.
Todos mis sueños se van acabando, se van borrando y no sé cuánto tiempo vaya a aguantar.
Nadie me puede ayudar, nadie.
Nací sana
Gorda estoy
Fea me puse
y en el camino de mi vida
me descompuse.